Que Dios te conceda muchos años de vida.

Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles.



FELIZ 2007. QUE SEA UNA OPORTUNIDAD MÁS PARA SER BUENA GENTE.
En el mundo que nos toca, no se precisa ser un héroe ni una superstar.
Ser buenas personas es una tarea del día a día.
Requiere paciencia, garra, coraje, talento, y una importante dosis de amor desinteresado.
Sé bueno, sé buena. Él necesita ayudantes.
Es una frase que nunca me había "cerrado"del todo. Creo que no se trata de aprender mucho....acumular saberes...y cuando ya estés henchido..."volcarlos" en otros.
Esta es una concepción bancaria y fija. No comulgo con ella.
Pero sí hay algo de cierto. No se puede enseñar si no se sabe lo suficiente. Si no se ha aprendido lo suficiente. Y aprender no es solo poseer contenidos.
La posesión es avaricia. En cambio el aprendizaje verdadero es cooperación.
Los que enseñamos y amamos enseñar nos llenamos de alegría y de gozo cuando nuestros alumnos comprenden algo, lo extrapolan, lo usan en su vida cotidiana, lo recuerdan en nuevas circunstancias.
Muchas veces no llegamos a ver esos frutos.
Pero tozudamente, confiadamente, enseñamos...enseñamos...
Somos como ese que siembra dátiles en el oasis (que tardan 40 años en crecer) porque sabe que hace 40 años, otro plantó los dátiles que él puede saborear hoy.

Saben, me estoy dando cuenta de que no todos los docentes desean que sus alumnos aprendan. Algunos solo se conforman con que repitan. Otros -los peores- hasta prefieren que fracasen. Es una especie de morbo infantil que no alcanzo a entender...

Una persona que explica que los "filósofos" no se consideraban sabios ni eruditos, sino modestamente amantes del saber, que no se creían perfectos como dioses sino simples mortales en pos del conocimiento... pero luego aprovecha una situación de examen para sacar a relucir su matiz "sofista", monologante, retórico, barroco, presumido...con la sola intención de demostrar que el estudiante fracasa en el punto donde ella triunfa...
...qué quieren que les diga...
me da la sensación de que no ha logrado ver el punto de que un estudiante es lo mismo que un docente -alguien que está aprendiendo- y que quizás cuando aprenda los suficiente, habrá de enseñar.

Despreciar el saber de un joven es crueldad. Y no, no me excedo. Es crueldad.

Que lo diga Calígula por mí:

Calígula: Para un hombre que ama el poder, hay en la rivalidad de los dioses algo irritante. La he suprimido. He demostrado a esos dioses ilusorios que un hombre, si se lo propone, puede ejercer, sin aprendizaje, su ridículo oficio.
Escipión:
Eso es blasfemia, Cayo.
Calígula: No, Escipión, es clarividencia. Simplemente he comprendido que no hay más que una manera de igualarse a los dioses: basta con ser tan cruel como ellos.

La lección

2:14 a. m. | 5 Comments


Lo que no te mata
te hace más fuerte

SFC

3:03 p. m. | 3 Comments

Rendida, cansada, esquivándole el peso extra a los delirios findeañeros de los jefes e inspectoras, enojada con los que me rodean a diario porque no se percatan de que necesito un poquitín de ayuda extra, o una linda palabrita extra, o un gesto apenas, para poder remontar el final de la cuesta...
pastillitas a granelRobándole minutos y horas al sueño para cumplir los deseos de los otros.
Inventando paciencias para seguir explicando lo obvio.
Inventando excusas tontas para robar un pedacito de dulzura para mi boca.
Sentándome a escribir a cualquier hora, porque me desahoga y libero endorfinas.
Luchando con mis párpados, que no conocen más ley que la de Newton.

Dice mi amiga que todo esto se llama SFC: Síndrome de Fatiga Crónica. Yo digo que no, pero el test me da un 68% de probabilidades. Dice que me cuide, que me preocupe menos, que le diga a un par de personas cuatro cosas a ver si reaccionan. Dice que necesito vacaciones y dormir bien y comer sano. Que trate de pasar tiempo al aire libre y de cultivar amistades y dejarse rodear y ganar por los afectos.

Y...claro!! si pudiera hacer todo eso... no me sentiría fatigada!
Alguna otra sugerencia, por favor?
el malo...de la última película de James Bond (Casino Royale) la dice un siniestro personaje, empedernido y hermético jugador de póker, que vaya usted a saber por qué, tiene una herida permanente en el ojo, que le provoca llorar lágrimas de sangre.



En una escena subida de adrenalina, este mal tipo tiene amarrado a nuestro héroe, a punto de causarle un indudable daño físico. El escenario es despojado. No hay parafernalia tecnológica. No cables, no lucecitas, no pantallas fluidas.
Sólo el malo, una soga con peso en la punta, el bueno (atado), una silla desfondada.
Entonces le advierte:
-"No entiendo cómo hay gente que elige torturar con mecanismos sofisticados cuando lo único que hace falta es elegir aquello que más nos duele... aquello que nos identifica como hombres"

(Naaaa....ya sé, ya sé...no lo cuento... Vean la película, si quieren. Salvo el arte del inicio, me pareció mala. Pero bueh...)

sufrir
La frase del malvado tiene un perfil filosófico bien clásico. Lo simple y lo complejo, nada menos.

Y, más allá de lo que signifique en ese punto del film, la aseveración del pérfido es cierta por donde se la mire. Lo que te puede causar un dolor más extremo y aterrador no requiere sofisticación.
Lo que nos duele más es lo que lesiona aquello que nos identifica "como lo que somos".

Soy una mujer: si lastiman mi condición de mujer me destrozan la vida.
Soy una madre: toquen a mis hijos y rasgarán mi existencia de manera irreversible.
Soy inteligente. Soy emotiva. Soy sensible a las críticas. Soy -apasionadamente- docente. Soy vulnerable por completo a las demostraciones de ternura.
Si alguien critica o daña aspectos que me tienen sin cuidado, que no me definen, a lo sumo podrán molestarme o despertar mi malhumor, pero no causar dolor...

Será posible... es tan sonoramente simple que aplasta cualquier silogismo.Sin embargo, no sirve como prevención.

Pienso: Yo sería pésima jugadora de póker, se me notaría
de inmediato en la cara la sorpresa, la alegría, la desazón. Sospecho que
dejaría ver mis cartas al primero que me lo pidiera por favor.
Quién sabe,
inventaría una nueva acepción de la expresión "poner cara de
póker".


Advertencia para mis contactos: Relean el párrafo que inicia con "Soy..." Encontrarán allí una pista fácil de seguir, tanto para que sufra, como para hacerme sonreír. Háganme sonreir, mejor.
Cuando yo tenía 13, 14 años se hablaba de "la prueba de amor" o "la pruebita" como el pedido del noviecito adolescente a su chica de tener sexo, en honor al sentimiento que los unía.
Así, si una chica quería conservar su carácter de novia, debía acceder a concederle a su caballero (un verdadero pazguato, si confiaba en esos ardides) un testimonio en vivo y en directo. prueba de amor
"Le pidió la prueba" siginificaba dos cosas contrapuestas y magníficas:
Una: que la chica le interesaba lo suficiente como para acostarse con ella (y no con cualquier otra, y no con una prostituta que lo atendiera como lo que era, un marrano de 16 años que no sabía ni limpiarse los mocos)
Dos: que la chica le interesaba bien poco, y ponía a prueba su suerte de tener sexo con una niñita virgen (la teoría del valor escaso, de Levi-Strauss) porque si la suerte le era esquiva, perfectamente se podría deshacer de ella argumentando "entonces no me querés lo suficiente"

Pues bien. Cambian las costumbres, muta el mundo, giran los valores.
Los jóvenes no se espantan de intercambiar besos en la misma noche con dos o tres personas diferentes.
Es como un juego. Ni siquiera lo llaman "enamorarse". Ni siquiera dicen "somos novios".
Apenas... apenitas califican con un verbo difuso "estuvimos".
En la fiesta de anoche: Ana "estuvo" con Luis. Ana "estuvo" con Julián. Julián también "estuvo" con Clara.Y mañana a lo mejor Luis "va a estar" con Silvia, aunque le avisó por MSN a la prima de Luli que si va a la proxima fiesta, podría "estar" con ella.
No se conflictuan. No se enganchan. Rozan las superficies de los sentimientos. No calan más profundo (más profundo, seguro que duele...)

Sin embargo, si uno comparte tiempo con ellos, nota de inmediato que sus comentarios repetidísimos, clonados hasta la náusea, iterados una y mil veces en un derroche de bits, dicen y claman permanentemente cosas como "te amo" "te quiero demasiado" "sos todo" y otras excentricidades del idioma, que cuando yo tenía -repito- 13 o 14 años sólo se las decían entre sí los novios...!

Entonces rastreo...El tema de la adolescencia me está movilizando mucho...caray! estaré envejeciendo? (Mejor pienso que estoy volviéndome mas sabia...jajaja)
Digo: rastreo y busco dónde y cómo los jóvenes se dan hoy día la prueba de su amor. Aun de ese amor livianito y cero compromiso. Y algo voy descubriendo: se declaran confianza cediéndose no la entrada al interior de sus bocas húmedas ni de sus cuerpos todavía torpes.
Sino al interior de sus seres digitales, de sus espacios semipúblicos, de sus cielos de letras y fotos donde comparten chistes y códigos que los diferencian y los protegen.
La prueba de amor es ceder el password.

Va otro posteo sobre este tema. Me quedo pensando.

Primer plano

1:42 a. m. | 0 Comments

Todavía no alcanzo a distinguir si la tecnología que lo hace posible es causa o consecuencia del proceso.
Quizás existía desde tiempos remotísimos, como la costumbre de los estudiantes de copiarse de los trabajos de otros (que antaño era copia a mano) y presentarlos como propios. Ahora siguen haciendo lo mismo, pero recurren al dúo "copiarypegar". Se copian porque existe wikipedia y monografías.com? o porque existen esos recursos los chicos "resuelven" con ellos?

Hoy hablo de las cámaras digitales y su impronta: la impronta del primer plano.
Las fotos que pueblan y colorean los fotologs dan cuenta de ello: miles de fotos sacadas con destreza contra los espejos y vidrios. Fotos donde se ven en primero, primerísimo plano fragmentos de caras, de pies, de ojos. Sus manos, sus pies, sus ojos.
Fotos que no tienen ni siquiera un fondo como referencia....fotos que podemos mirar dentro de 10 años (o cinco! o dos!) y ponernos a pensar...."¿esto dónde fue? ¿y cuándo?"
Los jóvenes digitales se muestran sin pudores, se exhiben, se disculpan mutuamente por esa neotendencia narcisista.....y siguen
!
Observo a los felices poseedores de camaritas digitales: en cuestión de días, se vuelven expertos en autorretratarse. Brazo extendido, a veces con la cara pegada a otro, a veces en esas poses que me recuerdan las famosas "muecas frente al espejo" (esas que hacíamos solo cuando estábamos seguros de que nadie nos estaba viendo...) un leve clic y ya está servida la intimidad.
Fotos de rostros de ojotes brillosos, fotos de besos de fuego, fotos que mejor mamá y papá no vean, fotos de nenas que posan como gatas...


7 Ejemplos al azar:
Uno Dos Tres Cuatro Cinco Seis Siete

Contra una sola foto que se saca "mirando hacia afuera" creo que se contraponen cincuenta con la técnica de pararse frente a un espejo o extender el brazo para la fotografía en flagrante primer plano del sí mismo...
Y será que nos volvemos así, un poco hedonistas de más, porque tenemos la posibilidad de capturar nuestras imágenes -¡muchas!- a un costo relativamente bajo?O siempre fuimos una raza que se adora a sí misma y esta oportunidad tecnológica no hace más que reforzar la tendencia?
Nave nodriza, adelante, cambio.
Houston: tenemos un problema
Para mis diez años era bellísimo y demoledor. Mi tío Pepe (el escritor) opinaba que Juan Ramón no sabía escribir, y había que darle la razón.
Lirio amarilloAh...pero mi razón nunca se ha puesto de acuerdo con mis emociones. Mi corazón de niñita poeta le ha sido fiel... y mi memoria lo ha seguido, como dándole un gusto...
Me ves, Platero? No es cierto que me ves?

«Si. Yo sé que, a la caída de la tarde, cuando entre las oropéndolas y los azahares, llego, lento y pensativo, por el naranjal solitario, al pino que arrulla tu muerte, tú, Platero, feliz en tu prado de rosas eternas, me verás detenerme ante los lirios amarillos que ha brotado tu descompuesto corazón...»
las miasMito: "Las lagartijas son simpáticas"
Una nena de diez años
cría lagartijas, les da un masaje especial que las pone en un estado de somnolencia o relax profundo... Luego se divierte fotografiando a sus lagartijas en poses "humanas". Presentan este "show" como algo novedoso y simpático. Parece que las lagartijas SON simpáticas y todo.

Refutación:
Ninguna lagartija que se precie dejaría que se allane así su naturaleza, reduciéndola a un mero ladrillo Lego con el cual montar un circo de imágenes (que luego se venden sobre remeras estampadas! Humillación de humillaciones!)
Las lagartijas salvajes e indómitas se resisten a cualquier intento de privación de la libertad: nos dejan su cola vibrando, para que, entre asqueados y maravillados, distraigamos nuestra ansiedad predadora y les permitamos huir.
en la paleta
En el blog de
Bob Chow, un asiduo lector sostiene (en una seguidilla de comments)

Mito: Nadie nunca ha cazado una lagartija. Lo poco que sabemos acerca de las lagartijas es a través del estudio de ejemplares muertos.

Y siguen los comments:
La lagartija es al zoólogo como los quarks libres al físico de altas energías. (Antiguo adagio suizo)
Los quarks libres son -creo- como una especie quimera de la física de partículas. Noto lo siguiente: que la lagartija, como animal netamente fantástico, puede usarse en vez de "quimera".
Ejemplos:
Gregory McAnderson murió camino a California, mártir de la lagartija del oro.
Ese puente de usted, ingeniero, sobre el océano Atlántico, es un proyecto lagartígico.
Las utopías son lagartijas.


Refutación:
Yo he capturado lagartijas en el jardín de mi casa de Monte Grande, cuando niña. La captura duraba un lapso brevísimo, pero no porque una vez atrapada no pudiera mantenerla en prisión.

La observación del rostro impasible del bichito me llenaba de curiosidad y espanto. Eran unas caras de dinosaurios miniatura, ojitos vivos, manecitas pegajosas, panzas mullidas agitándose...
El día en que me pareció -delirio- que una de ellas me miró con cara de "ahá! la nena que se hace pis en la cama, eh?" sufrí un impacto tan profundo que no volví a intentar quedarme con ninguna lagartija caminante: sigan, sigan, pasen nomás...

Segunda refutación: Bueno, no...esto es más bien un acuerdo: sí que las lagartijas bien podrían equipararse a quimeras. Y suena contradictorio con la refutación anterior, pero así somos los filósofos que confiamos en la mitología. las miasSi lo hacía Anaxágoras, por qué no yo? Entonces, confirmo: una lagartija vivita y coleando (esto sí que lo saben hacer muy bien) es una entidad quimérica.
No lo son, en cambio las representaciones de lagartijas. En forma de adornos, cuadros, anillos, botellas de cerveza, calzado estival, tapas de cuadernos, monederos, broches para el pelo y toda otra infinita variante de objetos lagartigicos.
La lagartija viva que sabe mis secretos más ocultos es -certeramente!- una quimera.
La lagartija de plata que llevo en el cuello, las de mis cuatro anillos, las que decoran mi mesa de luz y mi jardín zen... esas son las reales. Las que me gustan, las que no traicionan su naturaleza, las que sirven para iniciar una conversación que quién sabe dónde puede encontrar su final.
Lagartijas del mundo: uníos.
...voy a tatuarla en mi piel..."

pintado con hennaLas personas recatadas y serias se escandalizan. Los psicológos progres lo explican...que el posmodernismo, que el reconocimiento del grupo, que los rituales...
Se forma una nueva Iglesia: la iglesia de los tatuados, de los perforados, de los diseñadores de su propia piel. La neoiglesia se escinde casi automáticamente en varios grupos cuasi enemigos: los provocadores, los cultores de lo horrendo, los moderados, los naif...
Espantada de la implacable promesa de lo permanente, reaparece en escena el tatuaje de henna, que es lavable y volátil. Dibujantes y místicos y aficionados intercambian dragones, gatos, payasos asesinos, letras chinas, tréboles, cruces, coronas de espinas.
Los cuerpos se tienden como sábanas al sol, como diciendo: he aquí tu lienzo, pintor.
Los que opinan en contra esgrimen toda clase de argumentos: desde la salud hasta la metafísica. Citan a la Biblia “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo?" dice allí.
Pero no! No lo ignoro! Pero vaya usted a saber si al Espíritu no le gustará más un templo con algún que otro retoque paisajístico....!
Mi tatuaje es pequeño. Sin color (no me gustan las tintas de color sobre mi piel). Lo dibujé yo misma y le pedí al tatuador que lo copiara, porque no había modo de encontrar algo que reuniera las dos cosas que yo quería, en las proporciones que yo quería: una flor con espinas, una rama espinosa con una flor...
Una flor de cinco pétalos, y cada pétalo es un corazón.
pintado con hennaY cada corazón un amor, un amor diferente cada uno. Todos son dimensiones particulares del alma humana...

Y unas cuantas espinas arañando el aire, porque también es cierto que aún junto a los amores más dulces, habrá oportunidad para la herida.

Y una ramita brotando, un pimpollito terco y macizo, para recordarme que aún en los tiempos más difíciles, la vida se las ingenia.

está mirando


A veces mira y piensa. Lo que piensa se proyecta delante de sus ojos como una película... él no lo sabe, pero yo lo veo, es como un holograma tenue. Discurre entre sus ojos y los míos, se interpone, nubla el color de la conversación, domina la escena.

Otras veces mira y planifica: traza caminos mentalmente, anda por ellos. Una pequeñisimo, ínfimo, diminuto movimiento de una de las cejas delata que está haciendo eso. Tomo nota: está pensando en el futuro.

Cuando mira, hace tantas otras cosas... Mira y acecha. Mira y compara. Mira y sentencia. Mira y disfruta. Mira y esquiva la pregunta. Mira ... y disimula. Mira y provoca.


¿Se lo habrán dicho antes? Esa mirada es capaz de causar estragos y felicidades.
(¿Dónde dejé mis lentes autorreflex...?)

.

6:06 p. m. | 3 Comments

Blue Bird

Un cantito en inglés, un canon, que me trae el sabor a la memoria de mis niños, cuando eran peques...muy peques. (caray! estoy envejeciendo...)
San Patricio, un niño que fue tomado prisionero y hecho esclavo.
Uno que escapó caminando 300 km para llegar al mar, porque eso era lo que le indicaba su corazón.
Un maestro, que gustaba enseñar con analogías sencillas, porque se regocijaba cuando podían entenderlo. Por eso usaba el trébol, para enseñar ese difícil asunto de la trinidad...esos tres que son uno...y son también tres.
El que encendió un fuego dorado e incesante, que llenó de espanto a los magos y druidas que no lograban extinguirlo.
Un irlandés cabezadura y astuto.

Ese Patricio, el que hablaba en palabras corrientes, dijo alguna vez, algo parecido a esta preciosa bendición:

Que el camino salga a tu encuentro.
Que el viento siempre esté detrás de tí y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, pero nunca olvides recordar aquellas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos, pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron fieles.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron, pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte.
Y que desde este día en adelante, Dios te conceda muchos años de vida.
Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles.


Yo tengo mi propio Patricio, mi propio angelito que desparrama bendiciones y que me ha sorprendido diciéndome que se sabe de memoria esta oración.

Que el buen Dios me lo guarde en la palma de su mano.

Concupiscencia

11:01 p. m. | 0 Comments

Viene de un vocablo en latín "cupere" que significa desear o anhelar.
"Con" + "cupere" sería algo así como desear plenamente, totalmente.

Cuando iba a catecismo para la comunión, recuerdo que me dijeron que la concupiscencia era la causa del pecado original. Era una tendencia humana natural, una inclinación casi normal hacia el pecado.
Era el nombre de esta pendiente curvada casi con procacidad hacia lo material, hacia los bienes terrenos y, en especial, ese apetito desordenado de placeres deshonestos.

En este sentido se equipara a la concupiscencia con la gula, la glotonería, el desesperado afán por la posesión de "cosas" y la paralela avaricia para compartirlas...

Por último, la concupiscencia incluye también los deseos desordenados de la voluntad, como son el orgullo, la ambición y la envidia.

Bueno, caramba, esta persona que quita tiempo de soles a mi vida, está enferma de esto, no busquen más. Le regalo mi diagnóstico al primer psiquiatra que levante la mano.
(No aumentada)

En su afán por darle algo ( bueno ) a quien quería y respetaba, se acercó a él y
empezó a regalarle lo que sabía: unos
malabares, con las emociones que llevaba en los bolsillos de la cobertura de su
alma...

Sentía sobre sí la mirada reprobatoria de los otros, pero movida
sólo por una energía de amor, se arriesgó al
regaño
.

Quien no se arriesga por lo que ama:
¿cómo podrá saborear alguna vez
el bouquet de la paz que da el amor verdadero?
Y después del desgarro...seguí pensando...en cómo son de maravillosos los chicos y los jóvenes, en cómo se sobreponen a las pesadillas mas abyectas.
Pensando en las gentes que son merecedoras de la confianza que hemos abrigado y sabido cultivar. En esas personas que nos reconcilian con la profesión de enseñar, que nos muestran en el límpido pizarrón de sus gestos cómo es de posible amar a los niños.

Y me vino a la memoria (esa traicionera...mirá vos en qué momento de la madrugada se viene a activar...) un fragmento que estaba citado a su vez (creo!) en El Alquimista.
La cuento mas o menos:
Dicen que un día bajó del cielo la Señora María. Que en sus brazos llevaba al Niñito Jesús. Que se acercó a un monasterio donde vivían unos cuantos hombres de Dios, quizás, tan solo a saber "qué onda con ellos".
Los monjes eran serios y conspicuos, y formaron una fila disciplinadísima a fin de mostrarle a María sus dones: uno sabía todos los nombres de los papas de memoria, otro cantaba en latín, el de más allá...vaya a saber. Entre los monjes había uno, muy humilde, que era hijo de unos artistas de circo. Deseaba con todo el corazón ser digno del Niño Divino, pero era un simple, no sabía latín ni griego, no había leido casi nada...
En su afán por darle algo al pequeño Jesús, se acercó a él y empezó a regalarle lo que sabía: unos malabares, con las naranjas que llevaba en los bolsillos de su túnica... Sentía sobre sí la mirada reprobatoria de los otros, pero movido sólo por una energía de amor, se arriesgó al regaño.
Y dicen que el bebé palmoteó de alegría y que fue en brazos de ese monje, y no de ningún otro, donde la Virgen dejó unos instantes a su preciado hijito.
Entre otros...

Automedicación: siento ese alivio de conocer personas en cuyos brazos dejaría a mis hijos. Personas alegres y transparentes, profundamente confiables. Que no están siempre sonrientes, pero me transmiten la apacible serenidad de la confianza. Que no me importa si no saben latín o no visten con elegancia: abren sus corazones y dejan ver. Y es lindo ver ahí dentro.

Que el pequeño Budha, el niño Krishna, el niño Jesús, la niña que fui,( y la que conservo) bendigan a estos seres que redimen a todos los demás.
Protejamos!Escucho, acorralada por el espanto, las sangrientas nuevas que difunden, con una especie de morbo inconfesado y horrendo, los noticieros y los diarios.
Hablan de niños maltratados, muertos, sufrientes. Hablan de niños y de niñas que desaparecen en medio de una siesta de primavera y no reaparecen jamás. O reaparecen, sembrados como nieves tempranas, en agujeros, en fosas de vergüenza, en sitios donde no debieron estar nunca.
Mi hija se demora en volver y me consume el fuego helado de la angustia de pérdida. Cuando llega a casa, presa de una emoción que es noventa por ciento susto, le grito, la asusto, le vaticino espantos y dolores.
La encuentro llorando momentos más tarde. Se parece tanto a mí, me sobresaltan esos instantes de reconocimiento. Dice entre mocos y lágrimas "¿Por qué nos tocó vivir en un mundo así?"
Quiero abrazar a mi hija, a mi hijo, a todos los que son hijos míos en mi corazón, quiero guardarlos de las amenazas de ese mundo donde existen personas siniestras...quiero que desaparezcan los violentos, los que convierten las veredas en peligros, los que convierten los caramelos en veneno, los que convierten el amor en un festín de sangre...

niños de Gaza

Pruebo a poner "niños" en el buscador de imágenes del Google y una nueva cachetada se suma a las de las noticias: mas de la mitad de las fotos de "niños" son niños que padecen: en guerras, en países pobres, niños lastimados, desnutridos, victimizados, golpeados, abandonados, castigados, sucios, vulnerados...usados como bestias de trabajo, como carne de cama y como blanco del disparo de la perversión.

En mi cabeza está Maná cantando con voz lastimera:

niños de peruY hoy me pregunté después de tanta destrucción
¿Dónde diablos jugarán los pobres niños?
Ay! Ay Ay! ¿En dónde jugarán?
Se esta pudriendo el mundo ...Ya no hay lugar

...dice Polito.

Y dice tantas cosas con esas tres palabras, que tengo que parar a tomar aire y ordenar la catarata de ideas que se disparan.

"Conozco la emoción" ( y seguro, segurísimo, lo dice, lo escribe y frunce un poquitín la nariz, ese gesto de "bah!" a medio definir.)

Polito!!


Bueno, vamos a ver si es tan así. Tenemos pendiente un retrodesayuno.
Ya les contaré más.
Me estremeció de gusto la primera vez que lo leí.
Me trajo a la garganta el sabor del amor recién degustado, y el del amor que creía haber olvidado en los pliegues del tiempo, y el del que se preanuncia en apenas una chispa en el iris de sus ojos...

Dice Galeano que después de una primera vez -fundacional- en que el hombre y la mujer hicieron el amor:

De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos, y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.
Tengo un tema con los zapatos, con el calzado. Tengo un asunto pendiente con esto de apretujarse los pies con envoltorios de cuero, de goma, de lo que sea.
Miro las vidrireras de las zapaterías y elijo mentalmente: esas zapatillitas, ese par de sandalias plateadas (¡me las compré! ¡si!¿qué importa si solo las uso una vez?), unas botas larguísimas que son un sueño, unos tacazos increiblemente altos con plataforma al tono, con tachas, con reflejitos...una cosa como para no pasar inadvertida.
Pero luego: nada. Vuelvo una y otra vez, con persistencia de neurótico, a mis 4 pares de comodidades.
¿Y qué más?
Vuelvo, entre necesitada y divertida, a mis pies descalzos que se enfrían con premura.
No me doy cuenta de cuando ni cómo lo hago.
Y sólo porque me lo han hecho notar, ahora me doy cuenta de cuándo lo hago. Me descalzo. Me desembarazo de la breve cárcel de mis pies siempre que puedo.

Mis pies descalzos dicen tantas cosas.... y seguramente la primera y más auténtica sea: "estoy cómoda así"
Me descalzo cuando quiero quitarme de encima la electricidad que sobra, y entonces apoyo con deleite y firme presión las plantas de mis pies en el pasto caliente, casi todos los martes a la tarde.
Me descalzo después de un día de trabajo agobiante, cuando la casa por fin es un refugio.
Me descalzo para sentir mejor. Y lo consigo.

Siento que pocos pueden "estar en mis zapatos". Pero que muchos podrían caminar conmigo descalzos. De las espinitas traidoras, me encargo después.
Dice Mario Benedetti:


mapa de infonacion
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas
unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano
a veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme.

...te acerques y te mires , te mires al mirarme.
A ver si puedo, ese día de ese estado de ánimo, encontrarme serena en mi confianza.
Hice cosas estúpidas (a los ojos de algunos)
Cosas imperdonables, según el código no escrito de las relaciones humanas.
Me dicen que para que todo funcione como es debido, hya que renunciar a ciertas necedades y arrepentirse de otras tantas.

Arrepentirse es igual a sentir pena o dolor por algo que has hecho. Apenarte prepara el camino para salvar la causa de esa pena. (dicen!)
Pero qué tal si eso que has hecho era lo correcto? Qué tal si todos te empujan a arrepentirte, confesarte, penitenciarte....y después resulta que lo contrario hubiera sido un gigantesco error?

Baruch Spinoza dice: El que se arrepiente de lo que ha hecho es doblemente miserable.
Qué espantoso calificativo ser miserable! Y doblemente miserable, entonces! Una hipertrofia del espanto...

Hace unos años una cantante de música popular puso de moda un tema en el que decía, con total no me arrepiento....desparpajo :

No me arrepiento de este amor
Aunque me cueste el corazón
Amar es un milagro y yo te amé
Como nunca jamás imaginé.


Tuvo un éxito maravilloso, y luego fue remixada con acento rockero por los chicos de Attaque77. Lo realmente provocador de la letra fue que rompía ese molde clásico de la mujer que sufre por un amor y entonces se arrepiente de haberse entregado. No, Gilda no se arrepiente. Aunque haya derivado en un corazón hecho trizas... no me arrepiento porque rocé el volátil borde del milagro...

Hice esto y lo otro, y lo de más allá. Me guiaban locos y peregrinos sentimientos, pasiones violetas o naranjas, levísimas sospechas de empatía... Hice tantas veces lo que no debía...ya perdí la cuenta de mis transgresiones.

En el camino, aprendí que si uno debe arrepentirse de algo, es de aquello que ha causado, a alguien, algún daño.
De otra manera, no importa cuales sean los resultados finales, uno no debe arrepentirse.

Así es que: no me arrepiento, lo siento, sigan tentando...no me arrepiento de las cosas que hice por amor.
¿Será delito ofrecer abrazos gratis? Hemos llegado a la Luna, debatimos si clonar ovejas o desparramar ántrax por correo, nos reunimos en torno de abigarrados discursos de filosofía posmoderna y perfeccionamos el arte de la ironía argumentativa... pero un tipo que simplemente ofrece un instante rotunda y tiernamente humano nos parece un desquiciado y un sospechoso.
(Nos engañaron cuando nos hicieron creer que conforme pasaran los siglos, los homo sapiens sapiens seríamos mas "civilizados" )



(Gracias a Diego (Mini-D) por haberlo encontrado...)

Yo también doy abrazos gratis. No se asusten, he aprendido a no ser invasiva. Pero bastará con sugerirlo. Los recomiendo. Más abrazos y menos Lexotanil.

  • Dimas se limpia en la manga. Todo: mocos, comida, sudor, todo.
  • Abu se concentra en mirarte un granito, un pelo encarnado, una ampollita en vez de prestar atención a lo que le estás contando.
    Además, te roba el pan si se sienta al lado tuyo en la mesa.
  • Ester me cambia las cosas de lugar en la alacena, no importa cuanto insista yo en volver a mi viejo esquema.
  • Chechu pierde mis pincitas de depilar y nunca recoge los papeles de sus golosinas.
  • Mili se afila las uñas en mi silla de la computadora (bueno...ese defecto SÏ podría llevarla al infierno uno de estos días)

    Defectos (sombras) de esos que no te condenan sí me reconozco un montón: Yo...

    mapa de infonacionMe muerdo las pielcitas de los dedos, poniendo incómodos a todos.
    Me siento en lugares inadecuados poniendo la pierna derecha doblada debajo de la cola (por ejemplo, detrás de mi escritorio de directora, o en un precioso restaurant de Puerto Madero)
    No compro pan. Nunca llevo registro de cuánto gasto por mes. (ni por semana, ni por día...)
    Aconsejo a todos que hagan copias de sus archivos, pero no tengo hechas las mías.
    Soy bocona con los sentimientos, los largo así como me salen, a sabiendas de que a veces ese fuego espanta y causa deserciones.
    Tengo demasiados adornos de iguanas.
    Lloro con facilidad.
    Hablo demasiado.
    Duermo muy, muy poco (y luego me quejo)
  • Pato acaricia a cualquier perro sin temor, sin prevención y sin diques sobre raza, higiene ni moda. Jamás lo han mordido.
  • Chechu se divierte en el colegio y cuenta cosas nimias como escenas capaces de hacerte estallar en carcajadas.
  • Mi vieja hace las tartas y el lemmon pie como nadie en el universo. Son como los granaderos de San Martín: quien los iguale habrá, quien los supere, no.
  • Isa observa durante mucho rato y después, en un golpe seco y limpio, sentencia "la verdad de la milanesa". Y se hace cargo, y si te hace falta, te lo explica.
  • Nico se puede llevar bien con cualquier persona que se le ponga delante.
  • Moira te pone un apodo y te pinta de cuerpo entero. Y andá a librarte de él, después.
  • Marcela siempre pregunta lo que tenés ganas de contarle. Tiene el don de pronunciar a veces la misma palabra o frase que vos estabas a punto de decir. Es alquimista, sin dudas.
  • Dianita convence al Papa de que Dios no existe. Y además lo convence de que fue él el de la idea.
  • Juan da sus mejores clases, las más inspiradas, las más brillantes, en los momentos en que su corazón está mas destrozado y más azul de pena. Tiene esa virtud y él cree que es un defecto. Lo que pasa es que a Juan no le interesa ganarse el cielo.
Yo no sé cual será mi virtud exótica... Me gustaría que alguien me la diga. Virtudes humanas, terrenalmente humanas, atadas al tiempo y la circunstancia. Cuál será mi breve virtud...?
¿Por qué la gente que baja delante mío en el colectivo permanece sujeta de los pasamanos hasta que pone el pie en la vereda, y yo tengo que chocarme con su brazo porque parece que se lo dejó olvidado al descender?
¿Por qué me toca en la escalera de salida del subte SIEMPRE detrás del primero que se empeña en quedarse quieto sobre el carril izquierdo (que es para los que subimos mientras la escalera también sube)?
¿Por qué me detengo a observar este tipo de nimiedades cuando estoy más apurada que nunca?
Algunas flores operan modestos milagros.



"Desnuda y con sombrilla", dice Silvio. Déjenla sonar...
¿Y por qué no perro encerrado? ¿Canario encerrado? ¿Cucaracha encerrada?
¿Por qué esa insistencia con atribuirles a los gatos ese caracter un tanto maldito? Sólo porque se comportan como lo que son : animales?
No son juguetes de nuestras emociones, no nos deben pleitesía ni servilidad.
Ya en una novela viejita para la Ciencia Ficción, Phillip Dick proponía que en un futuro de naturaleza devastada, la posesión de un animal doméstico sería considerado una costumbre suntuosa y marcaría verdaderas jerarquías.
Especialmente en la novela que luego inspiraría la célebre Blade Runner, Dick muestra descarnadamente la crueldad de un Creador que empuja deliberamente a sus criaturas a tener apetitos y deseos imposibles de satisfacer.

Por otra parte, en el libro que estoy terminándome con voracidad, Houellebecq habla de la influencia sedante y benéfica de tener los humanos un animal a quien cuidar. O más bien un perro, sí, no habla de una mascota cualquiera. No dice "Un lindo y audaz gatito", dice más bien "Un perrito que menee la cola y olvide si su dueño lo pateó esta mañana"
Eso es, en esencia, un perrito doméstico. Ha renunciado a casi todas sus características de animal, es casi un niño...
No entraré en la polémica perros vs gatos, porque es un sinfín, es como discutir sobre religión o sobre política en Argentina...

Pero...vuelvo al inicio...de dónde creen que viene la expresión "gato encerrado"?
Busqué por ahí y encontré que dice:
Era habitual durante el Siglo de Oro español la utilización de bolsas para guardar el dinero hechas con piel de gato y se les llegó a llamar popularmente con tal nombre. Siendo "gatos" que encerraban riquezas desconocidas.

Y otra vez el gato!!! Por qué no hacían bolsas de conejo, de tapir, de cabra, de asno? ¡NO! Piel de gato tenía que ser!!!
Mmmm....yo creo que esto se debe a una enorme confabulación en contra de los michis. Me huele que hay gato encerrado.


Con suerte despareja, pero con terquedad y estoicismo, sigo posteando aquí pedacitos de mi espíritu. Algunas veces es complejo, porque me veo a mí misma repitiendo consejos -que no tomo-, ideas que me persiguen -sin alcanzarme- y palabras ...algunas misteriosas como talismanes, otras profundas como océanos, algunas livianas y delgadas como aleteos de libélulas...

Y , asimismo, algunas veces me tropiezo de nuevo con gente que dice las cosas de un modo que realmente se entienden y realmente causan ese impacto en quien las escucha o lee.

Por eso, y porque estuve pensando muchísimo en cómo es ese arte de encontrarse con los otros que construyen nuestro tiempo vivido, replico aquí algunos fragmentos de Cabral (no el soldado heroico, sino el cantautor... )

Es un texto que se llama "La vida es el arte del encuentro"



Sé que la palabra no es el hecho, pero sí sé que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.

[....]
De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (ó al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.[....]
Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades. Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta. Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.

[....]
El día que Cris, una maestra y compañera y por supuesto...una amiga! cumplió sus (ta y tantos) años yo le regalé este texto, porque algo hizo que nos encontrasemos en esta vida ella y yo, quizás solo para que algunas veces, en algunos momentos muy terribles de mi vida, ella pusiera su mano en mi hombro y canturreara "a brillar, mi amor"... Creo que nunca supo cuánto me ayudaba ese gesto...a seguir, a pelearla, a no aflojar...

Pienso que quizás a otras personas, no sé cuantas, no sé si apenas 4 o 5 más, les pueden "llegar" las frases y gestos que yo trato de tener con ellos.

Este es uno de ellos.


Sé que la palabra no es el hecho... es un puente para el encuentro.
Aquí está mi puente, débil o robustísimo, según soplen los vientos.
No tiene puertas.
Adelante.
Me regalaron una copia del último disco doble de Silvio, "Erase que se era".
Y entonces, con un raro egoísmo, con una inusual fruición por la soledad, esperé a que todo estuviese en calma y silencio.
Lo escuché en volumen bajísimo, un volumen casi íntimo, una vibración casi impúdica de tan cercana.
Les busqué explicaciones, las saboreé como a un bombón robado...me dejé encantar por las melodías de un tema y de otro, y de otro, y de otro más...
Maldición (va a ser un día hermoso) me vuelven a gustar las mismas expresiones hechiceras, las que pintan con acuarelas mentales las escenas en el fondo de mis ojos... por ejemplo:

No te muevas.
Quiero conservar este instante así,
tú junto a la ventana como a contraluz,
yo echado en el lecho, queriendo mirar
los ojos profundos del sol
detrás de tu cuerpo feliz
desnudo, desnudo, y ya es
el día en que voy a partir.

La sensación del calor perdido irremediablemente cuando remata con un "Lo tengo guardado en los ojos, y sé que un beso muy frío será, el beso que no me darás". Qué heladura de ausencia, el beso que no me darás... brrr... Está a la altura de los astros azules que tiritan a lo lejos en el poema 20 de Neruda.

Lo sorprendente del disco es que son todas canciones viejísimas, algunas remozadas, otras no tanto, pero todas con ese inexplicable matiz de "recién horneadas".
Podría ser Silvio delgadísimo y veinteañero, o Silvio con sus lentes de ahora, con su sereno aspecto de trovador maduro, el que dice de sí mismo "un hombre se sube sobre sus derrotas, pide la palabra momentos antes de volverse loco. No es un hombre, es un malabarista de una generación."

Qué valentía pararse sobre las propias derrotas, qué osado el tipo que pide la palabra...en un mundo donde nadie pide, donde todos toman y rapiñan. Qué insistente locura lo impulsa, a éste que quiere hablar de poetas y de amores cobardes o no, y de fusiles y de necedades, y de estrellas peregrinas y de mujeres de fuego, mujeres de nieve...

Gracias, hermano, por el regalo.
Te perdono las risotadas de la moderada y alegre borrachera, te perdono las ironías sobre mis dotes culinarias, te perdono el acicate a la acidez delirante de mi hija...te lo perdono todo, por amor a Silvio.
;-)
Buenos son los colibríes. Y, sí...es un poco kitsch el estilo.
Digamos...no es arte. Es instalación.


A B U R R O

11:33 a. m. | 6 Comments

Debe ser que ya aburre mi onda intimista.

Qué triste.

Aburro.
Hay gente por ahí que dice que repetir una palabra, una frase, una "afirmación" produce su efecto concreto y palpable.
Que lo que uno piensa y medita, se manifiesta.
Que "de lo que abunda en el corazón hablan los labios".

Yo siento mucho respeto por las palabras. No me tomo a la ligera ni los cumplidos, ni las adulaciones, ni los reproches. Me gustó, hace relativamente poco tiempo, descubrir una técnica de meditación que consiste en elegir una palabra que represente algo que debés "trabajar" en tu presente y escribirla en un lugar visible. Un lugar que mires, digamos, al despertar.

Mi jardín zen liliputiense...es allí donde escribo con una agujita, semana tras semana, mi "palabra para pensar".


Pero qué pasa: alguien descubre mi truco. Juega con mi truco, y de paso me pone a prueba (supongo) añadiendo al costado de MI palabra, una segunda que tenga relación con ella. Pero claro, el sentido se subvierte totalmente, el efecto de esta segunda palabra es quitarle protocolo a la primera...robar una sonrisa, tal vez.

Ese mismo gesto (pescar un momento de descuido, buscar una herramienta adecuada, dejar una marca identificable) me recuerda a mí misma, hace muchos -demasiados!- años atrás.

Yo solía pensar en la posibilidad de tener que abandonar la casa en la que vivía. Se me antojaban esas fantasías trágicas y sin fundamento. Que alguien vendría a ocupar mis espacios, a tirarse cara al techo en el pasillo, a acurrucarse en la misma esquinita de mis lágrimas.
Entonces, con lo que hubiera a mano (un lápiz, un clavo, una birome...) escribía una palabra. Mi nombre, a veces. Una palabra que me recordara ese momento, como por ejemplo "lluvia" o "visitas". La escribía muy, muy pequeña. Si me veían, se venía el reto.
Pero yo pensaba: la nena que venga a esta casa, se va a fijar en estos recónditos lugares.Va a encontrar estas señales, va a pensar en otra nena que se llamaba Vera, que sembraba palabras como quien siembra dátiles en el desierto.
Palabras para que piensen en mí.





No nos dimos cuenta de cuando empezó todo. Quizás fue cuando por fin dejamos de necesitar que nos "avisaran" que nos íbamos a golpear por estar jugando. No hacía falta la advertencia: nos golpeábamos y tratábamos de ocultar el dolor al tiempo que resonaba en los oídos la consabida "no se los dije?"
Quizás cuando los primeros miedos se convirtieron en realidades: te mordió por fin ese perro, te quedó la marca de la varicela, se te rompió el juguete, tuviste de nuevo esa pesadilla, te hiciste pis otra vez en la cama...viste? viste?
De ahí en adelante el enano de la autoprofecía aparecía una y otra vez. Por las suyas. Sin ayuda externa. Habíamos aprendido el fracaso como un refugio y la autocompasión como un bálsamo.

Era más simple y menos gasto energético apelar a esa sensación de "no puedo, no sirvo, que alguien lo haga por mí" Ya estaba bien moldeada la actitud. Esa predisposición aprendida y continua a reaccionar de una manera característica.
Lo trágico es que aprendemos más que todo a ejercer las actitudes irracionales:
  • Culpa: uno siente que merece ser castigado por ser responsabke de algo malo que pasó.
  • Autocompasión: uno siente lástima por mí mismo, se ve como en perspectiva formando al club de las víctimas inocentes.
  • Autoindulgencia: uno se excusa, se permite, se da licencias. Es todo parte del mismo truco, sólo que uno lo ignora.

Lo jodido de la autoprofecía de la derrota es que la tramitamos tanto, la repetimos con tanta vehemencia, la sostenemos con tantos argumentos...que acabamos por no tener otra salida que cumplirla.

Si digo y repito que soy nula para el deporte qué otra cosa esperarán de mí cuando la vida me coloque ante la circunstancia de "jugar a algo" que no sea un fracaso estrepitoso?

Si insisto en tirar abajo mis cualidades de ama de casa...cómo no quemar esa tortilla justo cuando hay invitados?

Si paseo mi miedo al abandono frente a cada ser humano que se acerca a mi vida...qué otra cosa he de prever, sino un abandono más que confirme que la profecía del desamor se cumple?



Yo decidí empezar a girar la rueda en sentido inverso:


Me va a ir bien en todo. Soy buena en lo que me propongo. Tengo los éxitos que me merezco y amo a las personas que me corresponden según sus posibilidades y talentos. Cocino decorosamente. Administro bien mis mangos, demasiado bien para ser docente en el conurbano bonaerense. Mis hijos estarán bien, están bien, son imperfectos y bellos. Yo también: imperfecta y bella, despierta y sensible.

Sí, hagan la prueba, criaturas de la angustia.

La autoprofecía se autodestruirá en los próximos 5...

(uds decidan cinco qué)

En un mail acerca de lo que uno dice, lo que cree que dice, lo que le dicen:

"Deberías intentarlo Vera, esto de hacerveraciones"

Bien.
Lo intentaré.
Qué bonita idea... Y pensar que la he usado en clases de enseñanza del procesador de textos, para hacer más divertida la hora.
Los chicos de Microsiervos publican una serie de pregunt(tont)as. Trivias, concursos, eso.
Mientras las voy leyendo acierto algunas, dudo en otras, salteo con desprecio algunas. Para que luego vea las repuestas, usan el truco del texto en blanco sobre blanco, que de tan viejito parece nuevo.
Por ejemplo:
Arrastra el mouse sobre las líneas "vacías" que hay a continuación:



"La cobardía es asunto

de los hombres, no de los amantes.

Los amores cobardes

no llegan a amores

ni a historias,

se quedan allí.

Ni el recuerdo los puede salvar

Ni el mejor orador conjugar"


Es de Silvio. Qué bonita y cierta. No me canso de esa frase.

Aplazado

11:44 p. m. | 13 Comments

Es un homenaje a mi vieja. Siempre le gustó este poema de Baldomero Fernández Moreno.
Quizás porque como "maestra de las viejas" se sentía identificada con los profesores inflexibles que reprueban al pobre Friedt. Quizás porque ella misma, en algún momento de su escolaridad sintió esas ansias qu todos hemos sentido de querer ir a jugar, en lugar de estar dando examen.
Ahí va, lo dejé completo. Fins després.

De pronto, como un breve latigazo,
mi nombre, Friedt, estalló en el aula.
Yo me puse de pie, y un poco trémulo
avancé hacia la mesa, entre las bancas.
Era el examen último del curso
y al que tenía más miedo: la gramática.
Hice girar resuelto el bolillero
Las dieciseis bolillas del programa
resonaron en él lugubremente
y un eco levantaron en mi alma.
Extraje dos: adverbio y sustantivo.
Me dieron a elegir una de ambas
y elegí la segunda. -¿Y qué es el nombre?
díjome uno y me asestó las gafas.
Sentí luego un sudor por todo el cuerpo,
se me puso la boca seca, amarga,
y comprendí, con un terror creciente
que yo del nombre no sabía nada.
Revolvía allá adentro, pero en vano,
me quedé en absoluto sin palabras.
Y empecé a ver la quinta en qué vivíamos:
el camino de arena, cierta planta,
el hermano pequeño, mi perrito,
el té con leche, el dulce de naranja,
¡qué alegría jugar a aquellas horas!
Y sonreía mientras recordaba.
-¡Pero señor -rugió una voz terrible-,
el nombre sustantivo, una pavada!-
Tirné a la realidad: sobre la mesa
los dedos de un señor tamborileaban,
cabeceaba blandamente el otro,
el tercero bebía de una taza.
Hacía gran calor. Yo tengo una
cara redonda, simple, colorada,
los ojos grises y los labios gruesos,
el pelo rubio, la sonrisa clara.
Yo quería jugar, no dar examen
darlo otro día, sí, por la mañana...
Se me nubló la vista de repente,
los profesores se me borroneaban,
adquirió el bolillero proporciones
gigantescas, fantásticas,
oí como entre sueños: Señor mío,
puede sentarse... -Y me llené de lágrimas.

Mal armada

6:01 p. m. | 5 Comments


Otra vez una frase del hombre que no me conoce:
- ¿Cómo es posible que tengas tanta claridad para exponer las cosas que te pasan y no logres enojarte cuando es necesario? ¿Podés amargarte pero no reaccionar? ¡Qué mal armada que estás!
Fue claramente una provocación. Pero no, no... tengo más incorporadas las rutinas de la buena educación de lo que a veces desearía.
Sólo que me quedé pensando posibles respuestas:
-Mal armada? más bien des-armada...
-Siempre me he llevado mal con la Armada.
-No estoy mal armada, ni siquiera estoy armada, estoy a favor de la no-violencia.
-Más mal armada será tu madre!
(a los psicólogos en el fondo les encanta que uno termine nombrando la Figura de la Madre...)

Bueno, pero como sea, me quedé pensando. Mucho. Muchísimo. Maldita introspección.

Soy cursi

1:45 a. m. | 0 Comments

Pero mirá que darme cuenta ahora, después de tanta lectura y tanta ironía, de que las frases y las situaciones más cursis me causan un estremecimiento de igual magnitud que, por ejemplo, "La Primavera" de Vivaldi o el poema "Ajedrez" de Borges...

¿Será que a cierta altura de la vida uno baja la guardia y se deja ganar más por el afecto que por la geométrica racionalidad? ¿Será que empezamos a preferir las gentes que nos cuidan y tienen esos gestos de empatía con nosotros a aquellos que nos fascinan como encantadores de serpientes?

Yo que siempre deploré de las cadenas de mails, ahora a veces me fijo, con cierta condescendencia, en el contenido de esos mensajes que circulan reiterados hasta la náusea por la red... y algunos me gustan. Y algunos me emocionan. Y algunos me dejan pensando, aun esos que son largas enumeraciones acerca de la amistad, la alegría, los hijos, los padres.

Hoy recibí un pps ilustrado con Mafaldas, que hablaba sobre lo que una mujer debe saber, debe tener, debe esperar. Y sí: soy cursi, muy cursi, requetecontracursi.

Reaccionar

9:30 p. m. | 1 Comments

Alguien que me quiere me dice con toda sensatez que no tenga miedo de pegar un par de gritos. Que me enoje de una vez con lo que merece una puteada, en vez de replegarme al campo de las tristezas. Eso: que pruebe a enojarme. No sé, me resisto, soy autocompasiva, me creo buena...

Alguien que no me conoce me dijo algo parecido, pero de otra manera. Estábamos sentados conversando y él había abierto una ventana para ahuyentar no sé qué olores. Yo me moría de frío pero, estoica y obediente, estuve tolerándolo todo el tiempo. En un momento pregunté si podía entornar la ventana abierta, agregando como justificación "soy muy friolenta".
"Por supuesto". No sólo la entornó, la cerró por completo. Hizo un silencio incómodo.
Agregó: "Pero uno no debe aguantarse lo que no le gusta"

Caramba, sumo (o ligo, o voy uniendo pedacitos) y me da la rara sensación de que estoy en los umbrales de un -nuevo- cambio necesario. Le hablo a la parte de VeRa que me escucha y razona; en el soliloquio reaparecen fantasmas y seguridades, reaparecen las cosas que creo haber aprendido, mostrando el brillo de su poco uso, llamando la atención, prestándose a aparecer...

Bueno, basta de aguantar sin ganas. Basta de moderarse tanto. Basta de temer que el otro se enoje, se vaya, se aburra. No se puede complacer al mundo entero, che.

Llegó la hora de reaccionar.
Mi alma se horroriza y se sorprende. "No nos une el amor, sino el espanto" decía don Jorge Luis.
Siempre hubo guerras y siempre crueldades en ellas. Siempre hubo abusos y rapiña porque es esa la idea de "hacer la guerra". Siempre hubo ejércitos y grupos enfrentados dañándose mutuamente, con brutalidad o con sofisticación.
Anoche hablamos con mis hijos sobre la guerra. Hubiese deseado no haberles dicho nada.
Hubiese deseado no haber leído las noticias sobre la condena al "Turco Julián". Ignorar el cinismo de las organizaciones que comercian con las reconstrucciones, que negocian sobre números de niños muertos, que calculan "a grosso modo". Total... en el balance del dinero las vidas son ceros más, ceros menos. Me niego, me niego, me niego, ciega y torpemente a creer que no hay otra salida.

Ayer Gaby, una profe que se ríe con los ojos y que sabe que la vida florece en las rendijas más insólitas, me dijo que esto no es humano. Es otra cosa, no lo sé, algo innombrable y oscuro.
Pero la guerra, cualquier guerra, cualquier cosa que se llame guerra...nunca será humana.
Lo escribo en letra chiquita, no se merecen más espacio... no son humanos.
numerarse tras un trapo de coloresYa no tengo palabras propias contra el horror. No estamos de un lado, ni del otro: estamos dentro de ese horror que se llama a sí mismo "humanidad".
¿Alguna vez habrá de terminar...?


Uso las palabras de una canción de Victor Heredia :

Ciegas banderas

Ciertos hombres para distinguirse
fabricaron sus escudos y blasones
cual si fuera un loco signo de la vida
numerarse tras un trapo de colores
numerarse tras un trapo de colores
Yo camino por las calles de este mundo
soy uno solo entre otros cientos de millones
que en sus frentes solo llevan corazones
por escudo solo tienen la paciencia
y la pura claridad de sus conciencias

Amo el sol,amo la mar,amo la vida
y no conozco otra bandera mas hermosa
que dormirse lentamente entre la bella
mansedumbre de la noche y sus estrellas numerarse tras un trapo de colores

Hay banderas que son simbolos de muerte
desplegadas contra un cielo de inocentes
como aguilas de pronto alzan su vuelo
sobre el tierno corazon de nuestras gente

Ya no quiero mas banderas en mi mundo
que se enfrenten como gallos en la arena
quiero un solo corazon como una hoguera
que ilumine una bellisima bandera
que unifique para siempre nuestra casa.

Amo el sol, amo la mar, amo la vida
y no conozco otra bandera mas hermosa
que dormirse lentamente entre la bella
mansedumbre de la noche y sus estrellas

Bull shit

5:58 p. m. | 0 Comments

Resulta que ahora para tener un blog TAMBIEN hay que apegarse a ciertas reglas.

Que no avises que tenés un blog si no hay mas de 50 entradas.
Que no te precies de escribir un blog si no entran más de tantas personas por día a comentar.
Que escribas emocionalmente y hagas sentir valorado a tu visitante.
Que uses palabras cortas y linkees hacia otros blogs "conocidos"
Que te toca "fidelizar" a tus lectores cautivándolos, interesándolos, provocándoles deseos de volver...

Sí, claro. A quién no le gusta sentir que lo que escribe gusta, causa sensaciones agradables?
Todos los que nos exponemos es porque en algún punto creemos que estamos ofreciendo o mostrando algo que a los demás les parecerá...lindo. No sé si sorprendente, cautivante, atrapante...

Bueno, no lo sé. En mi caso este blog representa la oportunidad de reencontrarme con el gusto por escribir, y sin la obligación de hacerlo de tal o cual manera o con tal o cual periodicidad. (Me aburro rapidamente de los reglamentos...)

Ahora... estas "normativas del buen blog" me parece que les cuadran bien a los que necesitan que les confirmen su existencia. Esa manía por los contadores de visitas y por el handicap... esa angustia existencial por obtener más adhesión, más firmas, más marquitas en la barra...

Definitivamente no es lo que ando buscando.
No es que no importe lo que opinan de mí: me importa sobremanera. Pero aquí...aquí...sentada en mi pc... qué estupida coraza de superficialidad sería lo suficientemente gruesa como para opacar la luz del gozo simple de hacer lo que me da la gana...?
Hernis baby?
Por ahora no podemos más que soñar.

Es tan pequeño el espacio que necesita para construirse el mundo, que si no fuera porque "mueve montañas" pasaría totalmente inadvertido.

Si ojos verdes o castaños, si la nariz de Isa o la frente de Hernán, si amante del movimiento o la quietud... nada sabemos.

Pero...ah! qué estruendosa sinfonía en el corazón! Qué agitación en las palabras, qué chisporroteo de gozo al leer el mensajito que confirmaba la felicidad... Qué movimiento de las energías... qué alquimia poderosa transmutando los rostros, los tonos de la voz, las carcajadas.

Aquí viene en camino... tan chiquita su vida, tan breve, tan impecable redondez diminuta... que si no fuera a provocar un desastre geográfico de pelos, probaría a mandar a una montaña que se moviese de su sitio. semillas de mostaza

Hoy tengo una fe radiante.

Y es así de chiquita, así: como una sola semilla de mostaza.

“Suelten las amarras de las viejas categorías de lo negativo (la ley, él límite, la castración, la falta, la carencia) que el pensamiento occidental ha sacralizado durante tanto tiempo en tanto que formas de poder y modos de acceso a la realidad.
Prefieran lo que es positivo y múltiple, la diferencia a la uniformidad, los grupos a las unidades, las articulaciones móviles a los sistemas.
Consideren que lo que es productivo no es sedentario, sino nómada….”

(Casi) Nada más. Lo ha dicho todo Monsieur Foucault. Y eso que no es santo de mi devoción. Pero -caray!- este tipo dice lo que yo imaginaba. Me ganó de mano, por varios años, es un Salieri inocente y complotado con la maldita linealidad del tiempo.
Mili me ataka
Somos despiadados con los que decimos amar.
A quienes conocemos menos, podemos lastimar menos.
Podemos decirles palabras en general, globales, universales. Insultos clásicos, críticas clásicas.
Se les olvidan al dar vuelta la esquina.

En cambio en aquellos que conocemos bien, sabemos dónde golpear.
Somos, lo repito, despiadados y precisos: Ese recuerdo que avergüenza. Esa carencia poco asumida. El monstruo de sus pesadillas. El defecto inconfesable.

Mi prima Vainilla (Skay) y yo opinamos que este asunto es una mera distribución de inequidades que deja al descubierto el esqueleto ácido y corroído de las envidias. Te tiran con artillería pesada...
Y por qué?
Por envidia malsana

Y quiénes?
Los que declaran que te quieren tanto y se preocupan tanto por tu futuro, por tu estabilidad emocional, por tu contrato de trabajo, por las condiciones de tus arruguitas y por el modo en que respondés las preguntas a tus hijos...
Los que exponen alguna de tus intimidades en una reunión de amigos y se disculpan ante el grupo, pero no ante vos...
Los que dicen "te lo digo por tu bien" y esbozan una media sonrisa...
Los que opinan con crueldad y suavizan el golpe con un "lo que pasa es que yo te digo las cosas como son"...
los que te juzgan sin compasión...
los que te juzgan sin justicia...
los que te juzgan...

Y... ¿Qué se hace cuando se detecta la maniobra? Yo no tengo brújulas en el corazón, así que en general no hago nada contundente.

Ayer me dieron unas ideas. Las tengo que ordenar, porque estaban bien. Las tengo que pulir, para que encajen un poco mejor con mi estilo...
Denme un día más.
Será que tengo algo de tiempo libre...serán esas mañanas en las que madrugar no es obligación y esas trasnoches en que quedarme viendo Animal Planet con Pato hasta las 2 am es un derecho indiscutible.... será que anduve extrañando un poco y haciendole zurcidos a mis emociones en busca de sosiego... que dediqué parte de estos dos últimos días a buscar y rescatar data sobre Blade Runner, la peli basada en la novela de Phillip Dick.

Los que recuerdan la peli, saben de qué hablo. Si les interesa la memoria, pueden hace clic aquí.

El caso es que, como me causan hechizo ciertas expresiones, me detuve aquí:
Replicante
"Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir."

Esta frase, cargada de nostalgia, y dolor, y belleza, la pronuncia el replicante finalmente enfrentado a su destino de ser "retirado" del mundo. Es de una ternura y una contundencia que espeluzna.

Blade Runner nos enfrenta a cuestiones evocativas, "buenas para pensar". Dispara por algun motivo que sigo desconociendo, mi interés en sentarme a debatir sobre la vida, la cualidad de lo humano, lo original y lo copiado, la libertad, la memoria...

Me gusta chequear si las cosas que me provocan, provocan asimismo a los demás. Pregunto, husmeo, busco, recopilo. "Me documento" dirían los archivólogos. Lanzo al aire frases que se relacionan con la pelicula, o con la novela.

-¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
- No, no sueñan. Las cuentan para dormirse.

(Esa fue Chechn. Nunca tiene la guardia baja. Es mi hija. Qué placer reconocerla en esos rasgos. Después de todo no es tan malo ser replicantes)

Pares

11:53 p. m. | 2 Comments

¿Que sería de Caín sin Abel?
¿De la noche sin el día, del frío sin el calor?

Todas las parejas se necesitan o se definen mutuamente.
AMAR →←ODIAR
RECUERDO →←OLVIDO
TRAICION →←LEALTAD
MATERIAL→← ESPIRITUAL
DAR →←RECIBIR
NECESITAR →← SER NECESARIO
EMPATÍA →← DESPRECIO
BULLICIO →←SILENCIO


Hay elementos que no tienen su contrario... Qué gran problema para la cultura de la dicotomía, eh? Creo que es por ello que, ante un elemento disruptivo y molestón, la cultura genera alguna clase de aislamiento, alguna clase de mentira o de simulación.
Parece que no está bien visto andar impar por los devenires.
(y eso que en general las sociedades se rigen por al axioma: "el término medio es el mejor")
Entonces, para poder meter a cada ítem en una cajita con sus correspondientes acepciones, sinónimos y antónimos hechos y derechos, se disculpan equívocos, se cometen torpezas.

¿Un bebé es "lo contrario" de un anciano? (pobres de ambos términos de la comparación... no estoy en un día para humor ácido, pero se me ocurren un par de comentarios lacerantes...)

Y claro: vivir ↔ morir. El viejo truco.
Pero....vamos a los pares opuestos en un sentido estricto...la operación inversa de morir es la de nacer, no la de vivir.

Vivir (así me lo acaba de explicar mi hija....de nuevo ella...shit!) vivir es una cualidad de las criaturas.

Y NADA se opone a esa fabulosa, sabrosa, irrepetible condición que estamos compartiendo, aquí, ahora, mientras vos lees esto -o mientras yo lo escribo- para nuestro deleite y nuestra perplejidad.

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