Nece(si)dad

12:26 a. m. | 9 Comments

Claro que algunos días los paso bien: tengo motivos.
Pero no siempre lo consigo, que alguien me crea...! Por Dios, entiendo todas las razones, pero basta una señal diminuta para que el torrente de la emoción baje arrastrando los palitos que sostienen los diques de mi llanto.
Son días que lloro y necesito llorar. Y es así, y no se puede hacer mucho.
No sirve que me me expliquen, no sirven los ejemplos, las líneas del tiempo, las ofertas de mandarinas. No me doy cuenta de qué es lo que sirve.
Escribo después de larguisimas jornadas de trabajo, porque necesito escribir y porque me ejercita en la aceptación. Quiero encontrar una única frase por día que sintetice la tormenta de mi alma, no la hallo. No logro escribir breve.
"Doy por buenos los días empleados en llorar." dice un
bloggero.

Autocompasión buchona: necesito que me abracen.


Canto para convencerme... Cito a Shakira...lo siento Edu.


Ya vas a ver…
como van sanando, poco a poco

tus heridas...



Poeta maldito

8:17 a. m. | 2 Comments

Y porque le reclamo que se hace el misterioso, manda una respuesta literaria digna de los malditos o miserables Baudelaire, Rimbaud, Verlaine o Mallarmé...

Los malditos:
Los que renegaron del romanticismo piadoso que expresaba sentimientos universales.

Los maditos:
Los que dejaron de hablar de las emociones de los seres humanos en general, y se concentraron en sus propias emociones y sentimientos particulares.

Los malditos:
Egoistas quizás, más sinceros, sin duda. Buscadores. No sé si encontradores...
Aunque Baudelaire sí declaró un hallazgo (y no menor): “Yo encontré la definición de lo bello, de mi belleza; es algo ardiente y triste , algo un poco vago, que aleja margen a la conjetura. Voy a aplicar mis ideas a un objeto sensible, por ejemplo el objeto más interesante de la sociedad, a un rostro de mujer...”

Y claro, típico hasta el hartazgo, clásico del poeta maldito... el hombre misterioso lanza desde las sombras electrónicas sus sentencias acerca de la calidad de mis retratos digitales.
Y no conforme con aplicar sus ideas a un objeto sensible como mi rostro ¡critica!

Se disculpa con la frase a medio camino entre la literatura de Poe y el humor de Fontanarrosa:

"Yo soy así. Un enigma...Una sombra...
Un suspiro en la medianoche...
Una cortina que se mece...
Un murciélago que se hace mierda contra un poste"


(Y una que creía que lo había leido casi todo...)

Me reencuentro con la voz de Charly en el teléfono, por causas y azares, porque el trabajo nos amontona como hojas secas en pálidas esquinas, porque el tiempo te lleva y te trae, porque sí.

Como dice Benedetti , que
la política conduce a la cultura...nos contamos brevemente y sin muchos artificios nuestras actualidades.
Yo sé que Charly se reía de su mala suerte porque parece más adaptado el que se ríe. Sentí las astillas en el filo ronco de su voz.
Yo también me reí un poco, como Pierrot, como enseñan algunos Maestros orientales... me reí sin ganas y como por obligación. Recité los cuatro o cinco sucesos importantes de mis últimos tiempos, despojándolos de adjetivos para que se parecieran más a las noticias.
Pero de improviso, en medio de la risa y la ironía, se coló la frase "Nos engañaron vilmente, Verita...los que nos hablaron de la experiencia... los que aseguraron que uno se endurece con el tiempo... los que dijeron que aprendés a manejarte con el amor"
Nos engañaron vilmente.
¡Nos engañaron!
(Como aqui mismo...ven un cuadrado uds?)
Analizo y desmenuzo, no sólo la charla, también lo que la charla puso en movimiento en mi interior. Sé que es cierto: que no sirve la experiencia previa. En mi caso, al menos, no sirven ni siquiera mis propias prevenciones, mis autopromesas.

Sólo una amarga confirmación: he aprendido a confiar menos. Sí: yo que era la reina de la credulidad, la que abría la puerta de par en par, la que dejaba su agenda despatarrada sobre la mesa, la que elegía siempre la versión más cercana a la inocencia.
Me da pena -por mí misma- comprobar que esta es la lección que me va quedando.
Desconfiar.

Hay quienes aseguran que esta sensación que me nubla seguido la vista se llama "madurar". O se llama "principio de realidad". Si esta es la madurez de los que "realmente aprenden", no la quiero. Si madurar equivale a una anestesia de los afectos, con la añadidura de la desconfianza, elijo otra vez el sambenito de la ingenua.
Charly, que tiene una gracia especial para narrar sus desventuras, remata la cadena de confidencias con una frase memorable: "A mí me miran el culo y YA me duele...será que recibí tantas patadas...?"

La verdad, me arranca unas cuantas carcajadas. Si no fuese por ese sentido estoico y buena leche, ciertos momentos de la vida tendrían un patetismo imposible de sobrellevar sin devenir en seres vengativos, o resentidos o crueles.
A los que dijeron que el tiempo te endurece, un aviso: sólo es una apariencia. No te endurece nada. Mejor dicho: nada que valga la pena.
Mejor así, supongo. El día que sienta de veras el corazón de piedra, prefiero que me llamen a "entregar el equipo".
Qué joder.

El joven Alejandro, el mismo niño inquieto que porfiaba contra Aristóteles cuando éste trataba de convencerlo de que las tierras del Oriente eran puras quimeras, aquí en el momento en que decide que un caballo será "su" caballo.
"¿No te gusta tu sombra?" pregunta Alejandro, al notar que era eso lo que ponía nervioso al bello animal.

Dice el joven conquistador que nuestra sombra es una suerte de espíritu maligno. Mi sombra: la que proyecta mi propia existencia. Caray, y yo que no soy un brioso corcel, también me asusto.

Tenés webcam?

12:43 a. m. | 3 Comments

Me regalaron
esta cámara web

Y sí: es linda...
es divertida

Pero también:
es agotador "verse" por demasiado rato
descubrirse los tics
encontrarse las manchitas
los des-peinados
las señales del tiempo
los gestos repetidos
los parecidos fatales

Por algo en el manual de usuario
se recomienda moderación.
quiero ver el mar...
Nos criamos escuchando aquello de "El perro es el mejor amigo del hombre"
No importa cuántos niños han sido mordido injustificada y brutalmente por un perro doméstico, el refrán no se cuestiona. Pienso, por ignorancia.
Por falta de oportunidades que les hemos dado a otros compañeros del mundo animal que pueblan, como nosotros, tristes bípedos implumes, este globo azul.


Soy curiosoClaro, va de caballos el post.
Criaturas hermosas y tímidas, maravillosamente expresivos, los caballos que he visto y palpado me transmitieron siempre un mensaje parecido: mansedumbre y desconfianza, todo a la vez, revuelto y en natural confusión.
Leo por ahí que todo caballo viene equipado con un sistema de olfato que le permite discernir variaciones con precisión de perfumista. Que se espantan ante el olor de la muerte, y por eso cuando un caballo detecta el olor de un cadáver se detiene en seco y se niega a tomar ese mismo camino. Que la forma de presentarse entre ellos es la respiración y así se reconocen, exhalándose unos a otros a modo de presentación.
Estrella en la frente
Que el tacto es fundamental para los caballos, y desde muy jóvenes, buscan el contacto mutuo para relajarse y gozar. En alguna parte -ya no recuerdo dónde- también leí que algunos aborigenes los domesticaban metiéndose con ellos en un arroyo o laguna, donde por horas y horas se dedicaban a rascar y acariciar a su caballo a fin de "quitarle las cosquillas".
En muchos relatos de la tristemente célebre "conquista del desierto" se describe la relación del indio con su caballo como una suerte de simbiosis casi mágica. Los indios no usaban monturas ni arneses ni espuelas, y sin embargo sus caballos se mostraban fieles, atentos, entregados. Reaccionaban al movimiento del cuerpo de su jinete, anticipando de una forma que parecía sobrenatural, los deseos del humano...
Cambiaban "de aire" con gracia y sin necesidad de las brutales imposiciones de látigos ni aceradas púas en los ijares. Al paso...al trote...al galope...al galope largo...y adiós.


Siempre me sorprendió la inmensa cantidad de expresiones que puede manifestar un caballo, con su cara y gracioso cuello, y acompañando con todo el cuerpo. Algunas son fácilmente reconocibles, otras menos, y muchas serán imperceptibles para los legos (como yo)
Hay quienes recomiendan prestar atención a las orejas de un caballito: por ejemplo...una atrás y una adelante es una expresión de duda, algo asi como "¿qué dijiste? no te entiendo..."
A mí me sobrecoge la mirada de un caballo: profunda, dulce, inteligente...
Se cuentan cientos de historias de fidelidad de los caballos con sus dueños. Mi hipótesis es que el caballo no piensa en el humano como un dueño o patrón, sino que lo adopta como uno de su familia, o como un amigo querido al que todo se le perdona. Un caballo medianamente astuto es capaz de llevarte de regreso después de una borrachera. Se queda a tu lado si estás caído. Se arrima a mirar qué estás leyendo o qué comés, con un candor y un interés de niño que no pueden menos que provocarte un afecto puro.
Tengo miedo che
Parece que a lo largo de la historia, caballos y humanos han escrito en múltiples ocasiones, auténticas historias de comunicación, empatía, heroísmo. Shakespeare inmortalizó la frase del título, en boca del Rey Ricardo. Este ha caído del caballo que montaba, y enfrentado a una muerte segura, se bate desesperadamente a pie mientras pide a grito: “Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo!”.
Caballos famosos: Bucéfalo, el de Alejandro Magno, Rocinante, el de Don Quijote, Babieca, el del Mio Cid (pobrecito, qué nombre mas horrendo le fue a escoger,che), Marengo, el preferido de Napoleón Bonaparte. Y Mancha y Gato, vamos.
En cuanto al famoso "caballo blanco de San Martín"... sólo existió en los billetes. San Martín tenía dos caballos elegidos: un tordillo, y un alazán tostado. Mala suerte: en la primera batalla "oficial" en Argentina le reventaron a su amado caballito con una esquirla de bala de cañón (y casi le cuesta la vida....remember al Sargento Cabral y demás etcéteras cronológicas)

Mi caballito preferido sería seguramente uno muy temperamental y perceptivo. Lástima que no hay lugar en mi departamento para tan sensible y voluminosa mascota.
Amor de caballitosAdemás, cada vez que digo que el olor de los caballos después de un prolongado ejercicio de galope me fascina, me suelen mirar con expresiones condenatorias.
A falta de equinos verdaderos, tengo fotos, recuerdos, relatos...


Recuerdo ese tema de Serrat: la niña que abandona el hogar porque quiere vivir el mundo, que se va dejando su adiós de papel sobre la mesa. La madre que se pregunta qué falló, si le di mi juventud, un buen colegio, el platito de comida caliente, el cuento de las buenas noches.
Me causaba una sensación de áspera compasión.
Pero era solo una historia lejana.

Pero, sucede: una vuelve la vista hacia otras cosas, o se distrae de la maravilla que burbujea alrededor abrazándose a las horas y la niña de verdad está escribiendo su adiós en un papel.
Esa que en sala de tres recitaba un extensísimo poema de San Martín para estupor de sus maestras, esa que calzaba zapatitos blancos que cabían (juntos) en mi mano, esa que sólo quería vestir de rosa y que se negó, contundente y resuelta, a tomar mamadera...
Esa nenita que anteayer ponía los dientes de leche en la mesita de luz, y ayer (¿cierto que fue ayer, nomás?) inventaba nombres exóticos para sus muñecas, hoy, de golpe, como marcada por un rayo, sin avisar, sin anestesia, se me pone a sufrir las absurdas necedades del corazón.

Ahora sorprendo su reflejo en las vidrieras de los negocios, cuando camina a mi lado, sobresaliendo por encima de mi cabeza, fresca y completa, erguida y despeinada.
Vuelvo a casa y la encuentro escuchando música de Silvio Rodríguez, para flagelo doble de nuestras maltrechas emociones.
Ahora se ceba sus mates, administra sus ahorros con discreto y certero control, cambia de amigos sin avisar, suspira frente a un viejo y clásico poema de Neruda...

Y se va.
Se va...
Se empieza a ir de a poquito... algo en ella debe advertirle la cercanía del desgarrón....
Se va dejando, como las miguitas de Hansel y Gretel, adioses de papel aquí y allá...

Entonces siento esa punzada en mi pecho, esa pregunta sin respuesta posible: "Qué va a ser de tí lejos de casa? Nena...qué va a ser de tí?"

Desensillar

7:30 p. m. | 5 Comments

"Hay que desensillar hasta que aclare" suelen decir en campo, cuando la noche se vuelve peligrosa, el camino incierto, el clima imprevisible.

Y cuando se siente que no hay paso que nos lleve a buen destino, agrego.
Ni paso, ni trote, ni galope.
Las sendas se ven como las engañosas opciones de un laberinto cruel, donde la única promesa es un Minotauro sediento de sangre.
Las huellas de los otros no nos sirven: nos negamos a aceptar que este camino ya lo han recorrido otros, otras; queremos hacer nuestro propio itinerario, nuestros propios magullones, nuestras heridas lamidas por el agua del tiempo.
Las sombras son lo infalible, lo seguro. Las sombras se ciernen sobre nuestra cabalgadura, en la que no hay espacio para ningún jinete más. Estamos irremediablemente solos ante este presente. Ya hemos intentado cerrar los ojos y siguen allí.
Hemos tratado de encender débiles lumbres, quemando en ellas nuestro abrigo, nuestras provisiones, nuestro débil porvenir de bienestar. Fue un remedo de calor, nada del otro mundo. Estamos nuevamente avanzando a los tumbos, errando la ruta, eligiendo mal, provocando malas consecuencias, actuando sin mesura, despilfarrando la energía que luego nos hará falta para sobrevivir.Es el momento de volverse otra vez simples. De hacer caso de los proverbios más clásicos. Por algo dicen del Rey Salomón que era tan grande su sabiduría porque sabía un proverbio para cada ocasión.
Así que creo...voy a desensillar hasta que aclare. Tengo los ojos cegados por emociones, imposible dar un sólo paso más. Necesito claridad para pensar. Necesito claridad para ponerme en marcha otra vez, mirando el horizonte.
Me acurruco para dormir un poco (¿Dormiré mejor esta noche?¿Será más piadoso conmigo el insomnio?) Pronuncié las palabras que brillaron sobre mi cabeza como chispas vivientes. Quiero dormir...dormir...
Buenas noches amigos.
Y enemigos.

DragonFly me sigue convenciendo...

"y sin embargo cuando duermo sin tí, contigo sueño" (Fuck!)

(Escúchenlo...clic aquí)

Alquimia

12:48 a. m. | 0 Comments

Madrugamos -¡mucho! ¡es injusto!- y vamos hacia nuestras tareas en medio de una somnolencia atroz.


Entonces una vocecita en falsete, una voz que se pretende de niño, dice chistes en la radio. Los chistes son francamente malos, pero el conjunto de la voz nasal y acelerada, y la broma blanca hacen su efecto.

Un señor va con su perro a ver Harry Potter.
Cuando termina la peli, el perro aplaude y aplaude...Entonces el señor que está al lado le dice "Oiga, no lo sorprende que su perro aplauda?"
El amo responde "Claro que me sorprende, porque se la pasó diciendo que el libro no le había gustado!"

Nos reímos, primero con condescendencia.
Luego con entusiasmo.
Finalmente con una inexplicable alegría que hasta nos avergüenza.
El aire transmuta, el clima cambia, la risa me inyecta motivos para seguir estando aquí: por fin entiendo la alquimia sin subterfugios.



Bendigo al Espiritu de la Palabra, que convierte en acto la potencia, que lanza a la eternidad lo que antes era tan solo intención.



Qué bien me sienta que Silvio lo haya pensado también así...


Ha pasado que el llanto se convierte en palabras,
ha pasado que un hombre se convierte en palabras,
palabras, palabras, palabras a granel.

Porque ha pasado que historia se convierte en palabras,
ha pasado que el mundo se convierte en palabras,
ha pasado que todo se convierte en palabras,
palabras, palabras, palabras a granel.

Algo anda MAL

10:58 p. m. | 3 Comments

Yo aflojo, tiro la toalla, lagrimeo, describo mi impotencia y algo que se parece a la decepción.
Ella, dieciséis añitos, ojos comprensivos también húmedos, pero mirada más serena, me abraza y me consuela.
Y dice "bueno: basta, basta..."

Algo anda MAL aquí.

Me siento difusamente ansiosa, quizás un poco melancólica, quizás una pizca de frustración, y la larva del dolor en el pecho... y el peso de la obligación en las espaldas...
Hago algunas cosas con desgano, mecánicamente, sin alegría.
El, once años, el de las frases graciosas, toma mi puesto en la tarea de poner la mesa, dice que el olor de la comida es maravilloso, hace una broma sobre el jugo de manzanas...
Y dice "Dale, má, no hables como si estuvieras enojada con nosotros"

Algo anda MUY MAL aquí.



Llego a mi trabajo de evaluadora irritable y sin ánimos.
Mi primer alumno me da las gracias por corregirlo, se confiesa poeta y describe, avergonzado, la necesidad de saber usar el procesador de textos en favor de la poesía. "Y, a los 60, todo cuesta más, sabe" se disculpa.
El segundo sonríe, pese a la espera. La tercera es una chica de Colombia que también me agradece por el modo en que le tomé la prueba. El trabajo se anuncia pesado y sin pausa, y entonces Leandrito trae este café, sin que se lo pida: cortado, dos de azúcar, en jarrito.
Un rato más tarde pasan preguntando qué queremos tomar, nos invita la Universidad.

Algo anda MUY, MUY MAL aquí.


O algo anda bien, y la rueda del Karma se empezó a poner en marcha nuevamente.
Salud!! Me quiero emborrachar por primera vez! Y no de besos esta vez. Y menos de vino o algo semejante.
Hoy quiero emborracharme de su inocencia recién llegada, del milagrito de sus latidos ligeros, de la pureza de su limpia existencia.
Quisiera librarme de todos los pesos y las telarañas que enturbian mi alma para abrazarla sin contaminarla. Quiero decirle sonriendo que la hemos estado esperando, y que mientras tanto construimos un mundo imperfecto pero lleno de cosas que valen la pena.
Julia... aquí estamos los que te queremos querer, para decirte que la amistad existe, que la belleza existe, que la bondad existe, que algunas veces nos alimentaremos más de las sonrisas que del pan con manteca, que seremos mejores porque todas las Julias (y las Chechus y Patos, y los Leandros y Priscilas, y los Guidos, Dimas, Paulis, Cielos, Valentines y Nikos) merecen oportunidades mejores.

Julia: no creas en los vaticinios del horror, porque aquí estamos los que edificaremos las casitas de los árboles donde no lleguen jamás las lluvias ácidas...
No creas en los que dicen que no hay futuro, vos sos futuro, todo futuro, 99% futuro... que Dios se atreva a decir que no estás incandescentemente aquí...
Mejor cree, desde hoy, desde ese rectángulo de sabanitas perfumadas, en la confianza, en la ternura, en el empeño, en el coraje de esta loca raza. Cree en los Reyes, en Papá Noel, en los unicornios azules, en el Ratón Perez, en la magia de las palomas con manos que tan bien le sale al mago Hernán...
Sé feliz porque has llegado a una parte del planeta donde los teléfonos se saturan pelotudamente el día del amigo, no cuando sube la bolsa en Tokio. Sé feliz porque aquí tenemos el dulce de leche y las canciones de María Elena Walsh. Porque tres pares de brazos por lo menos se turnarán para tus provechitos.

Brindemos, Julia, porque

La vida es bella, ya verás

como a pesar de los pesares

tendrás amigos, tendrás amor.


Tu destino está en los demás, querida bebé, en todos nosotros, los que te recibimos con hurras, con globos, con estrellitas, con aplausos, con bendiciones.

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