está mirando


A veces mira y piensa. Lo que piensa se proyecta delante de sus ojos como una película... él no lo sabe, pero yo lo veo, es como un holograma tenue. Discurre entre sus ojos y los míos, se interpone, nubla el color de la conversación, domina la escena.

Otras veces mira y planifica: traza caminos mentalmente, anda por ellos. Una pequeñisimo, ínfimo, diminuto movimiento de una de las cejas delata que está haciendo eso. Tomo nota: está pensando en el futuro.

Cuando mira, hace tantas otras cosas... Mira y acecha. Mira y compara. Mira y sentencia. Mira y disfruta. Mira y esquiva la pregunta. Mira ... y disimula. Mira y provoca.


¿Se lo habrán dicho antes? Esa mirada es capaz de causar estragos y felicidades.
(¿Dónde dejé mis lentes autorreflex...?)

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6:06 p. m. | 3 Comments

Blue Bird

Un cantito en inglés, un canon, que me trae el sabor a la memoria de mis niños, cuando eran peques...muy peques. (caray! estoy envejeciendo...)
San Patricio, un niño que fue tomado prisionero y hecho esclavo.
Uno que escapó caminando 300 km para llegar al mar, porque eso era lo que le indicaba su corazón.
Un maestro, que gustaba enseñar con analogías sencillas, porque se regocijaba cuando podían entenderlo. Por eso usaba el trébol, para enseñar ese difícil asunto de la trinidad...esos tres que son uno...y son también tres.
El que encendió un fuego dorado e incesante, que llenó de espanto a los magos y druidas que no lograban extinguirlo.
Un irlandés cabezadura y astuto.

Ese Patricio, el que hablaba en palabras corrientes, dijo alguna vez, algo parecido a esta preciosa bendición:

Que el camino salga a tu encuentro.
Que el viento siempre esté detrás de tí y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, pero nunca olvides recordar aquellas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos, pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron fieles.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron, pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte.
Y que desde este día en adelante, Dios te conceda muchos años de vida.
Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles.


Yo tengo mi propio Patricio, mi propio angelito que desparrama bendiciones y que me ha sorprendido diciéndome que se sabe de memoria esta oración.

Que el buen Dios me lo guarde en la palma de su mano.

Concupiscencia

11:01 p. m. | 0 Comments

Viene de un vocablo en latín "cupere" que significa desear o anhelar.
"Con" + "cupere" sería algo así como desear plenamente, totalmente.

Cuando iba a catecismo para la comunión, recuerdo que me dijeron que la concupiscencia era la causa del pecado original. Era una tendencia humana natural, una inclinación casi normal hacia el pecado.
Era el nombre de esta pendiente curvada casi con procacidad hacia lo material, hacia los bienes terrenos y, en especial, ese apetito desordenado de placeres deshonestos.

En este sentido se equipara a la concupiscencia con la gula, la glotonería, el desesperado afán por la posesión de "cosas" y la paralela avaricia para compartirlas...

Por último, la concupiscencia incluye también los deseos desordenados de la voluntad, como son el orgullo, la ambición y la envidia.

Bueno, caramba, esta persona que quita tiempo de soles a mi vida, está enferma de esto, no busquen más. Le regalo mi diagnóstico al primer psiquiatra que levante la mano.
(No aumentada)

En su afán por darle algo ( bueno ) a quien quería y respetaba, se acercó a él y
empezó a regalarle lo que sabía: unos
malabares, con las emociones que llevaba en los bolsillos de la cobertura de su
alma...

Sentía sobre sí la mirada reprobatoria de los otros, pero movida
sólo por una energía de amor, se arriesgó al
regaño
.

Quien no se arriesga por lo que ama:
¿cómo podrá saborear alguna vez
el bouquet de la paz que da el amor verdadero?
Y después del desgarro...seguí pensando...en cómo son de maravillosos los chicos y los jóvenes, en cómo se sobreponen a las pesadillas mas abyectas.
Pensando en las gentes que son merecedoras de la confianza que hemos abrigado y sabido cultivar. En esas personas que nos reconcilian con la profesión de enseñar, que nos muestran en el límpido pizarrón de sus gestos cómo es de posible amar a los niños.

Y me vino a la memoria (esa traicionera...mirá vos en qué momento de la madrugada se viene a activar...) un fragmento que estaba citado a su vez (creo!) en El Alquimista.
La cuento mas o menos:
Dicen que un día bajó del cielo la Señora María. Que en sus brazos llevaba al Niñito Jesús. Que se acercó a un monasterio donde vivían unos cuantos hombres de Dios, quizás, tan solo a saber "qué onda con ellos".
Los monjes eran serios y conspicuos, y formaron una fila disciplinadísima a fin de mostrarle a María sus dones: uno sabía todos los nombres de los papas de memoria, otro cantaba en latín, el de más allá...vaya a saber. Entre los monjes había uno, muy humilde, que era hijo de unos artistas de circo. Deseaba con todo el corazón ser digno del Niño Divino, pero era un simple, no sabía latín ni griego, no había leido casi nada...
En su afán por darle algo al pequeño Jesús, se acercó a él y empezó a regalarle lo que sabía: unos malabares, con las naranjas que llevaba en los bolsillos de su túnica... Sentía sobre sí la mirada reprobatoria de los otros, pero movido sólo por una energía de amor, se arriesgó al regaño.
Y dicen que el bebé palmoteó de alegría y que fue en brazos de ese monje, y no de ningún otro, donde la Virgen dejó unos instantes a su preciado hijito.
Entre otros...

Automedicación: siento ese alivio de conocer personas en cuyos brazos dejaría a mis hijos. Personas alegres y transparentes, profundamente confiables. Que no están siempre sonrientes, pero me transmiten la apacible serenidad de la confianza. Que no me importa si no saben latín o no visten con elegancia: abren sus corazones y dejan ver. Y es lindo ver ahí dentro.

Que el pequeño Budha, el niño Krishna, el niño Jesús, la niña que fui,( y la que conservo) bendigan a estos seres que redimen a todos los demás.
Protejamos!Escucho, acorralada por el espanto, las sangrientas nuevas que difunden, con una especie de morbo inconfesado y horrendo, los noticieros y los diarios.
Hablan de niños maltratados, muertos, sufrientes. Hablan de niños y de niñas que desaparecen en medio de una siesta de primavera y no reaparecen jamás. O reaparecen, sembrados como nieves tempranas, en agujeros, en fosas de vergüenza, en sitios donde no debieron estar nunca.
Mi hija se demora en volver y me consume el fuego helado de la angustia de pérdida. Cuando llega a casa, presa de una emoción que es noventa por ciento susto, le grito, la asusto, le vaticino espantos y dolores.
La encuentro llorando momentos más tarde. Se parece tanto a mí, me sobresaltan esos instantes de reconocimiento. Dice entre mocos y lágrimas "¿Por qué nos tocó vivir en un mundo así?"
Quiero abrazar a mi hija, a mi hijo, a todos los que son hijos míos en mi corazón, quiero guardarlos de las amenazas de ese mundo donde existen personas siniestras...quiero que desaparezcan los violentos, los que convierten las veredas en peligros, los que convierten los caramelos en veneno, los que convierten el amor en un festín de sangre...

niños de Gaza

Pruebo a poner "niños" en el buscador de imágenes del Google y una nueva cachetada se suma a las de las noticias: mas de la mitad de las fotos de "niños" son niños que padecen: en guerras, en países pobres, niños lastimados, desnutridos, victimizados, golpeados, abandonados, castigados, sucios, vulnerados...usados como bestias de trabajo, como carne de cama y como blanco del disparo de la perversión.

En mi cabeza está Maná cantando con voz lastimera:

niños de peruY hoy me pregunté después de tanta destrucción
¿Dónde diablos jugarán los pobres niños?
Ay! Ay Ay! ¿En dónde jugarán?
Se esta pudriendo el mundo ...Ya no hay lugar

...dice Polito.

Y dice tantas cosas con esas tres palabras, que tengo que parar a tomar aire y ordenar la catarata de ideas que se disparan.

"Conozco la emoción" ( y seguro, segurísimo, lo dice, lo escribe y frunce un poquitín la nariz, ese gesto de "bah!" a medio definir.)

Polito!!


Bueno, vamos a ver si es tan así. Tenemos pendiente un retrodesayuno.
Ya les contaré más.

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