Mis hijos son sólo dos: no tienen "otro" hermano, hermana, para comparar.Se llevan cinco años, diferencia que en ciertos curvones de la vida es importante (luego, lamentablemente se empareja...)
Pienso cómo se llevarán de grandes, si serán capaces de la confidencia, si cultivarán la admiración mutua por las virtudes del otro y la crítica despojada y cariñosa de los que te han visto crecer...
Tengo dos hermanas y un hermano, y montones de primos, con los cuales la comunicación fluctúa desde la indiferencia absoluta hasta la confianza y el reconocimiento de la familiaridad como un airecito que respiramos en común...

Sumergidos en vapores literarios o sacudidos en nuestro costado de "buenos salvajes", mis hermanos, mis primas y yo, armamos una red de palabras en la cual -de a ratos, sólo de a ratos- solemos recostarnos a entender la vida que transcurrre...

Por ejemplo, de una conversación típica de "ponerse al día con las novedades", mi prima Laura (Vainilla) descerraja un: "¡¡¿¿Pero será posible que hay gente que te envidie hasta las desgracias???!!"
Nos reímos, pero la retórica es implacable: hay envidias que no se detienen ante nada. Escalofriante.

Hoy, porque se acerca el fin de año y una se pone a re ordenarlo todo (vaya a saber por qué) reviso viejos mails familiares y me encuentro un mensaje de Hernán .
Me encuentro varios, soy coleccionista. Ácido hasta la médula, firma algunos de los mensajes con el agregado de "No visites mi página web".
En fin, pero uno de ellos, curiosamente habla sobre el regocijo ante el fracaso del otro.
Transcribo (si no le gusta...bah!! internet rebosa de pornografía infantil...quién va a detenerse a leer este blog? jaja)

Cada cual toma sus caminos y construye sus castillitos de ideales (mentiritas que nos queremos creer) y a veces es dificil compartir eso, como dijo Lautremont: "¿porque será que se disfrutan las desgracias de los semejantes, incluso la de los seres más queridos, aunque al mismo tiempo se sufra la aflicción?", a veces será para sentirnos útiles, en algún sentido trascendental, o seremos simplemente perversos, ¿cuál será la parte de ayudar que nos regocija?, ¿estará bien regocijarse en la ayuda?, ¿hay que ayudar con el corazón o con la razón como Rantes?
Y estamos tal vez esperando que se caiga el castillo del otro, tan falso como el nuestro, y todos se caen en definitiva, ¿pero qué estamos haciendo?, ¿estamos esperando para regocijarnos en el dolor ajeno?, ¿estamos esperando para consolar, para entender, para ser comprensivos, neutrales, racionales, pasionales?.
Cada cual que haga lo suyo, esa mentira (farsa, apariencia) de la que habla Vera, es una parte nuestra también, pienso y repienso ¿qué hay de todo esto de papá y mamá en mí, en nosotros?, y no lo logro discernir, o está tan claro que enceguece, la cuestión es que no lo veo, y la vista es el tacto del espíritu, así que así ando, consternado, "unas veces mal, otras veces mejor y otras veces vacío" canta Frenkel.


Yo le respondí varias cositas... Lo primero fue criticarlo porque el mail empezaba diciendo que no se sentía elocuente.
Caray, si se hubiera sentido elocuente quizás hubiese redactado el discurso "La Historia me absolverá" o algo de calibre similar...

Me quedo pensando...muchas ideas para un solo post.

Pero lo principal fue descubrir la diferencia que hace tu corazón (o tu mente? o tu alma?) entre el simple ayudar, consolar, entender...
y el sentimiento de la compasión (más completo, más bello, más humano, más justo, más digno).

¿La conciencia deja de fluir? Imposible.
¿Fluye en reversa? No sabe hacerlo.
¿Se estanca? Jamás. Se pudriría.
¿Fluye menos? Mmmm...quizás se manifiesta menos.
¿Se repliega? Naaaa....Se está agachando para saltar.
;-)

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al rodar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, quién la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida rodará... rodará.

Si en el viento te llaman esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va;
si no ves esa mano, ni la boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de llamar,
oh viajero que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, me reconocerás?

Alfonsina... torturada fémina de amores imposibles...has descripto con tu pluma inequívoca una sensación frecuente pero poco confesada...
Si decimos que ojalá él nos reconozca en el viento que lo roza...corremos serio peligro (nos consideran de inmediato poco sensatas)
Pero...
Ese anhelo de tocar al amado... esa angustia y esa ilusión de que los besos, los abrazos, las caricias "que mandamos" lleguen a destino...no son la prueba irrefutable de que el amor lo trasmuta todo?
"No sabía bien qué decir.
Me sentía muy torpe.
No sabía cómo alcanzarlo, dónde encontrarlo...
Es tan misterioso el país de las lágrimas!"
Ese era el nombre de un tema musical en portugués...nunca lo entendí del todo pero... caramba! esa expresión! "Por la luz de los ojos tuyos" se me antojaba de una extrema profundidad y energía.
Cuando yo era pequeña, mi abuela decía que si mentíamos, nos pasaba por los ojos una colita de diablo, con lo cual ella se daba cuenta de inmediato que estábamos faltando a la verdad.
Análogamente, al ser sinceras, el ala blanca del angelito de la guarda hacía su fugaz aparición.

Te cuento algunas miradas. Miradas que me estremecieron y se han quedado por siempre conmigo:
* Mi abuelo Juan se moría, ya no hablaba, nos quedamos a solas en su habitación, me miró pidiendo algo imposible e inexplicable. Sé que no quería vivir así, quería irse ya, lo dijo con los ojos, llenos de desesperación y de imposible.

* Zoológico de animales sueltos. Estamos por regresar al micro y un mono araña se toma de mi mano, se balancea, se acomoda como para irse con nosotros, a upa, de contrabando. Miro sus ojos y me sorprende un profundo carácter humano en esa mirada. Me causa una especie de fascinación, un revuelto en mi interior de frío, cercanía, horror. "Hay un ser humano allí adentro" atino a pensar. Por un instante, esperé que dijera alguna palabra...
* Nació mi segundo hijo, Patricio. Salió de la noche tibia de mi panza al mundo de luces frías de la clínica. Apareció con los ojitos muy abiertos, el ceño fruncido, mirando... Lo apoyé sobre mi pecho y sus ojitos oscuros e inquisidores seguían abiertos, como preguntando "sos vos, mamá?"
* La mirada de Osho, en fotos, en videos, en los libros. Llena de alegría y de sosiego, llena de picardía, de goce, de una tremenda paz. Sobrecogedora.

* Los bebés, en general. Miran sin pudor, sostienen la inspección ocular con desparpajo. Miran con curiosidad sabrosa e inocente. Tardarán unos años en aprender el maldito truco de "desviar la mirada".
* Y el amor...el amor... El amor cuando te mira, te desnuda y te viste a su manera.

El amor cuando trepa hasta los ojos está perdido: por esas fuentes desborda sin remedio, en lágrimas o en risas, en recorridos minuciosos o en duermevelas de besos y tentaciones...Como quiera que sea, por allí se destila sin remedio la claridad del amor cuando éste se manifiesta...

Y mis ojitos pardos, esas ventanas abiertas de par en par al mundo -que me convence de que estoy aquí para ser feliz- buscan siempre otros ojos para cruzar esa luz...


...producto de maravillosas madres y padres.
Libres y alegres, preocupados y conscientes, niños y niñas de estos tiempos,
que se entrometen con los sentires y los pensares...
Los invito a leer algunas de las maravillas que escribe Camila,
la hija de mi amiga Gabi.
Por favor déjenle un mensaje (no le hagan lo que a mí...jejeje)

Monotemática

10:16 a. m. | 0 Comments

Y sí... una se vuelve monotemática cuando está en ciertos estados del espíritu.
Las embarazadas hablan sólo de sus sensaciones propioceptivas y no pueden dejar de acariciarse la panza.
Los que están cerca de "entregar el equipo" hablan de sus remedios y del humor de sus doctores.
Los iluminados hablan de Dios hasta hartarnos, causando, sin desearlo, el efecto contrario en muchos de nosotros.
Los enamorados hablan del amor a toda hora, y en todas sus manifestaciones.
Yo he dejado transcurrir unos días...¡una semana entera! en busca de nuevos temas del fluir de mi conciencia. Omití un par de sensaciones porque eran reediciones de otras....con leves, levísimas variantes.
Pero no hay caso: el tema, contundente y gigantesco, vuelve a mí una y otra vez, como con síndrome de abstinencia. Será también...tal vez...esta época del año, en que todos dejan caer un poco sus corazas y se dan permisos para decirte que tienen allí un sentimiento.
En síntesis, que el amor me rodea danzando a mi alrededor, tocando sus campanitas limpias, gorjeando en el aroma de los jazmines, en la risa fresca de mis hijos, en el abrazo de las compañeras que se jubilan, en los ojos húmedos de un afecto que sabe que debe partir...
Dos ejemplos, bonitos, porque son de niños pequeños, en los cuales el amor es una sensación cuasi corporal imposible de gobernar:
Nachito, 6 años, travieso hasta el límite, inquieto...ufff! De esos alumnitos que uno suspira cuando termina la clase, agotador y demandante...
Está saliendo del aula y se abraza a mi cintura, mira para arriba con esos ojazos negros y dice "Sabés una cosa, Vera? yo te voy a extrañar mucho en el verano"
Uno a cero. Me mató.

Santiago, jardín de infantes. Molesta toda la hora de informática, en esta clase en especial, está más inquieto que nunca, se burla de los otros, toca las teclas "indebidas", se mete abajo de las mesas...completo. Cuando todos se van, se demora, llega tarde a la fila que se está yendo lentamente con la seño de la sala, de regreso al jardín. Antes del suspiro final (mío) veo que regresa corriendo, desoyendo la consigna de su maestra de "no salirse de la fila".
Corre, corre, corre, bracitos abiertos, instintivamente abro mis brazos para evitar que se golpee, casi se trepa a mí para decir a las apuradas "te quieeeeeeeeeeeeeeeeeeero!"
Lo dice serio, convencido, arriesgándose a un reto (más), divertido, espontáneo.
Dos a cero.

O bueno...ahora que lo pienso...puede que estemos empatando.
Miré sus ojitos pardos llenos de lágrimas: me reconocí en esa mirada. En ese miedo a abandonar lo conocido, en ese presagio de tormentas por venir.
Le froté la espalda como si tuviera frío (el frío estaba en mi espíritu, inquieto por la abrumadora sensación del "dejá senti") le besé la cabecita preciosamente peinada para la ocasión.
E igual, igual, idéntico que lo que me pasaba a mí, la muestra de ternura le aviva el llanto...
No, no se ha muerto nadie.
No hubo víctimas (materiales).
Las pérdidas...mmmm... son difíciles de calcular, pues se pesan y se miden con los nombres de amigos que se van, de afectos que cambian de lugar, de privilegios infantiles perdidos.
Sencillamente, terminó una etapa escolar, cerró un ciclo. Egresó.
Me da terror y alivio, como al soñador de las ruinas circulares de Borges, comprobar que mi hija tiene tanto de mí.
La consolé como pude, sosteniendo mis propias lágrimas... Le dije cosas que le dieron ánimo o risa.
Por alguna extrañísima causa, me ví en ese mismo escenario, en ese mismo colegio, sentada en esa misma butaca.

Alguien me consolaba frotando mi espalda, besándome suavemente los cabellos.

Metáforas

1:16 a. m. | 3 Comments


Me han dicho que la Felicidad es como una mariposa, que cuando más se la persigue, más se nos escapará.
Es una metáfora fácilmente objetable. Si dejo de "perseguir la mariposa" ¿eso asegura que vendrá a mí? ¿y qué tal si la persigo lo suficiente como para atraparla? ¿y qué tal si nunca me entero de que hay una mariposa revolteandome?
El error de esta metáfora consiste en analogar la felicidad con un "atrapable". Con un objetivo acabado, con una suerte de estado final.
Si la felicidad fuese tan solo un lugar al que llegar, un estado que conquistar... entonces la desproporción entre los esfuerzos por lograrlo y el logro efectivo serían siderales.
El truco es descubrir que no existe esa Felicidad con mayúsculas y tintinear de cascabeles. El truco es entender que no hay tal "Felicidad" sino una infinidad, una eternidad, de momentos o circunstancias felices. Que gozarlos, aún en medio de los ambientes más hostiles o las personas más execrables, es parte de la sabiduría humana.
Que ese aprendizaje (disfrutar lo puntualmente feliz) nos entrena para reconocer pasajes rápidos a nuevos instantes de goce y sosiego. Nos allana el camino, nos serena algunos humores y nos aguza los sentidos, de modo que seamos facilitadores y no obstáculos para nosotros mismos.
Darse permisos ayuda. vuela,nena...
Reírse mucho, ayuda.
Alejarse de personas sombrías, ayuda.
Rememorar los buenos tiempos, ayuda.
Y no preocuparse por llegar a los estándares. Después de todo, el término medio es una entelequia elaborada por burócratas. Un hombre perfecto, una mujer perfecta, sólo se ven en los diseños virtuales.
Somos, por el contrario, esto que se ve: criaturas del mundo occidental y cristiano, debatiéndonos entre las angustias del intelecto y los frescos racimos de la pasión.
Tenemos tanto derecho a ser felices como a cazar mariposas.
Yo quiero probar.

Post Script: Y enamorarse! Uf! Dicen que es un momento ideal para saborear la felicidad...


Mis hijos están locos. Libres y astutos, hablan como los locos.
Haciendo oídos sordos a los pronósticos y a los precedentes, se llevan bien a pesar de sus 5 años de diferencia.
Se ponen de acuerdo sin decir palabra y descerrajan una lluvia de carcajadas en cada cena. Presumo que eso es lo que me permite trabajar mucho de noche: ellos me dejan cargada de esa energía inigualable de la risa absurda.
Muchas personas me han hecho notar que mis hijos hablan "raro": simplemente usan muchísimas expresiones, son de los que no se contentan con decir "qué lindo" si pueden mechar, a veces un "esto es sublime!".

Ejemplo al paso:
Caminando por una calle arbolada, un zorzal se posa en una rama cercana.
Comento: "Ese pájaro es de los que cantan a la mañana."
Pato replica: "Definime más "cantan a la mañana" porque cientos de pájaros entran en ese nivel"
Sorprendida -si, si, yo también me soprendo!- por la observación, trato vanamente de imitar el silbido del zorzal para que lo identifique.
Pato sacude la cabeza y concluye "Jamás me imaginé que me despertaran monos"

Ejemplo de diálogo delirante entre ellos:
Pato: Si mezclás rojo con rojo con rojo y con rojo...qué se forma?
Chechu: Todo el mundo lo sabe...
Pato: Dorado!
Chechu: Obvio!
Pato: ...Salvo que acaricies una ardilla llamada Edu
Chechu: ...Mientras caés por un precipicio
Pato: Ah, cierto. El precipicio.
(Y todo, sin hesitar, sin reírse, sin titubear. Duran un buen rato hasta que uno de los dos suelta la risa.)

Curiosamente el diálogo absurdo los entrena para el diálogo filosófico verdadero. Las veces que nos hemos reunido en torno de un tema complejo y abstracto, noto que usan los mismos vericuetos del pensamiento, y llegan lejos.

"Pensando sobre las nuevas conexiones de neuronas, armo nuevas conexiones de neuronas"
Ejemplo de redundancia o tautología, según Pato.

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