No nos dimos cuenta de cuando empezó todo. Quizás fue cuando por fin dejamos de necesitar que nos "avisaran" que nos íbamos a golpear por estar jugando. No hacía falta la advertencia: nos golpeábamos y tratábamos de ocultar el dolor al tiempo que resonaba en los oídos la consabida "no se los dije?"
Quizás cuando los primeros miedos se convirtieron en realidades: te mordió por fin ese perro, te quedó la marca de la varicela, se te rompió el juguete, tuviste de nuevo esa pesadilla, te hiciste pis otra vez en la cama...viste? viste?
De ahí en adelante el enano de la autoprofecía aparecía una y otra vez. Por las suyas. Sin ayuda externa. Habíamos aprendido el fracaso como un refugio y la autocompasión como un bálsamo.

Era más simple y menos gasto energético apelar a esa sensación de "no puedo, no sirvo, que alguien lo haga por mí" Ya estaba bien moldeada la actitud. Esa predisposición aprendida y continua a reaccionar de una manera característica.
Lo trágico es que aprendemos más que todo a ejercer las actitudes irracionales:
  • Culpa: uno siente que merece ser castigado por ser responsabke de algo malo que pasó.
  • Autocompasión: uno siente lástima por mí mismo, se ve como en perspectiva formando al club de las víctimas inocentes.
  • Autoindulgencia: uno se excusa, se permite, se da licencias. Es todo parte del mismo truco, sólo que uno lo ignora.

Lo jodido de la autoprofecía de la derrota es que la tramitamos tanto, la repetimos con tanta vehemencia, la sostenemos con tantos argumentos...que acabamos por no tener otra salida que cumplirla.

Si digo y repito que soy nula para el deporte qué otra cosa esperarán de mí cuando la vida me coloque ante la circunstancia de "jugar a algo" que no sea un fracaso estrepitoso?

Si insisto en tirar abajo mis cualidades de ama de casa...cómo no quemar esa tortilla justo cuando hay invitados?

Si paseo mi miedo al abandono frente a cada ser humano que se acerca a mi vida...qué otra cosa he de prever, sino un abandono más que confirme que la profecía del desamor se cumple?



Yo decidí empezar a girar la rueda en sentido inverso:


Me va a ir bien en todo. Soy buena en lo que me propongo. Tengo los éxitos que me merezco y amo a las personas que me corresponden según sus posibilidades y talentos. Cocino decorosamente. Administro bien mis mangos, demasiado bien para ser docente en el conurbano bonaerense. Mis hijos estarán bien, están bien, son imperfectos y bellos. Yo también: imperfecta y bella, despierta y sensible.

Sí, hagan la prueba, criaturas de la angustia.

La autoprofecía se autodestruirá en los próximos 5...

(uds decidan cinco qué)

En un mail acerca de lo que uno dice, lo que cree que dice, lo que le dicen:

"Deberías intentarlo Vera, esto de hacerveraciones"

Bien.
Lo intentaré.
Qué bonita idea... Y pensar que la he usado en clases de enseñanza del procesador de textos, para hacer más divertida la hora.
Los chicos de Microsiervos publican una serie de pregunt(tont)as. Trivias, concursos, eso.
Mientras las voy leyendo acierto algunas, dudo en otras, salteo con desprecio algunas. Para que luego vea las repuestas, usan el truco del texto en blanco sobre blanco, que de tan viejito parece nuevo.
Por ejemplo:
Arrastra el mouse sobre las líneas "vacías" que hay a continuación:



"La cobardía es asunto

de los hombres, no de los amantes.

Los amores cobardes

no llegan a amores

ni a historias,

se quedan allí.

Ni el recuerdo los puede salvar

Ni el mejor orador conjugar"


Es de Silvio. Qué bonita y cierta. No me canso de esa frase.

Aplazado

11:44 p. m. | 13 Comments

Es un homenaje a mi vieja. Siempre le gustó este poema de Baldomero Fernández Moreno.
Quizás porque como "maestra de las viejas" se sentía identificada con los profesores inflexibles que reprueban al pobre Friedt. Quizás porque ella misma, en algún momento de su escolaridad sintió esas ansias qu todos hemos sentido de querer ir a jugar, en lugar de estar dando examen.
Ahí va, lo dejé completo. Fins després.

De pronto, como un breve latigazo,
mi nombre, Friedt, estalló en el aula.
Yo me puse de pie, y un poco trémulo
avancé hacia la mesa, entre las bancas.
Era el examen último del curso
y al que tenía más miedo: la gramática.
Hice girar resuelto el bolillero
Las dieciseis bolillas del programa
resonaron en él lugubremente
y un eco levantaron en mi alma.
Extraje dos: adverbio y sustantivo.
Me dieron a elegir una de ambas
y elegí la segunda. -¿Y qué es el nombre?
díjome uno y me asestó las gafas.
Sentí luego un sudor por todo el cuerpo,
se me puso la boca seca, amarga,
y comprendí, con un terror creciente
que yo del nombre no sabía nada.
Revolvía allá adentro, pero en vano,
me quedé en absoluto sin palabras.
Y empecé a ver la quinta en qué vivíamos:
el camino de arena, cierta planta,
el hermano pequeño, mi perrito,
el té con leche, el dulce de naranja,
¡qué alegría jugar a aquellas horas!
Y sonreía mientras recordaba.
-¡Pero señor -rugió una voz terrible-,
el nombre sustantivo, una pavada!-
Tirné a la realidad: sobre la mesa
los dedos de un señor tamborileaban,
cabeceaba blandamente el otro,
el tercero bebía de una taza.
Hacía gran calor. Yo tengo una
cara redonda, simple, colorada,
los ojos grises y los labios gruesos,
el pelo rubio, la sonrisa clara.
Yo quería jugar, no dar examen
darlo otro día, sí, por la mañana...
Se me nubló la vista de repente,
los profesores se me borroneaban,
adquirió el bolillero proporciones
gigantescas, fantásticas,
oí como entre sueños: Señor mío,
puede sentarse... -Y me llené de lágrimas.

Mal armada

6:01 p. m. | 5 Comments


Otra vez una frase del hombre que no me conoce:
- ¿Cómo es posible que tengas tanta claridad para exponer las cosas que te pasan y no logres enojarte cuando es necesario? ¿Podés amargarte pero no reaccionar? ¡Qué mal armada que estás!
Fue claramente una provocación. Pero no, no... tengo más incorporadas las rutinas de la buena educación de lo que a veces desearía.
Sólo que me quedé pensando posibles respuestas:
-Mal armada? más bien des-armada...
-Siempre me he llevado mal con la Armada.
-No estoy mal armada, ni siquiera estoy armada, estoy a favor de la no-violencia.
-Más mal armada será tu madre!
(a los psicólogos en el fondo les encanta que uno termine nombrando la Figura de la Madre...)

Bueno, pero como sea, me quedé pensando. Mucho. Muchísimo. Maldita introspección.

Soy cursi

1:45 a. m. | 0 Comments

Pero mirá que darme cuenta ahora, después de tanta lectura y tanta ironía, de que las frases y las situaciones más cursis me causan un estremecimiento de igual magnitud que, por ejemplo, "La Primavera" de Vivaldi o el poema "Ajedrez" de Borges...

¿Será que a cierta altura de la vida uno baja la guardia y se deja ganar más por el afecto que por la geométrica racionalidad? ¿Será que empezamos a preferir las gentes que nos cuidan y tienen esos gestos de empatía con nosotros a aquellos que nos fascinan como encantadores de serpientes?

Yo que siempre deploré de las cadenas de mails, ahora a veces me fijo, con cierta condescendencia, en el contenido de esos mensajes que circulan reiterados hasta la náusea por la red... y algunos me gustan. Y algunos me emocionan. Y algunos me dejan pensando, aun esos que son largas enumeraciones acerca de la amistad, la alegría, los hijos, los padres.

Hoy recibí un pps ilustrado con Mafaldas, que hablaba sobre lo que una mujer debe saber, debe tener, debe esperar. Y sí: soy cursi, muy cursi, requetecontracursi.

Reaccionar

9:30 p. m. | 1 Comments

Alguien que me quiere me dice con toda sensatez que no tenga miedo de pegar un par de gritos. Que me enoje de una vez con lo que merece una puteada, en vez de replegarme al campo de las tristezas. Eso: que pruebe a enojarme. No sé, me resisto, soy autocompasiva, me creo buena...

Alguien que no me conoce me dijo algo parecido, pero de otra manera. Estábamos sentados conversando y él había abierto una ventana para ahuyentar no sé qué olores. Yo me moría de frío pero, estoica y obediente, estuve tolerándolo todo el tiempo. En un momento pregunté si podía entornar la ventana abierta, agregando como justificación "soy muy friolenta".
"Por supuesto". No sólo la entornó, la cerró por completo. Hizo un silencio incómodo.
Agregó: "Pero uno no debe aguantarse lo que no le gusta"

Caramba, sumo (o ligo, o voy uniendo pedacitos) y me da la rara sensación de que estoy en los umbrales de un -nuevo- cambio necesario. Le hablo a la parte de VeRa que me escucha y razona; en el soliloquio reaparecen fantasmas y seguridades, reaparecen las cosas que creo haber aprendido, mostrando el brillo de su poco uso, llamando la atención, prestándose a aparecer...

Bueno, basta de aguantar sin ganas. Basta de moderarse tanto. Basta de temer que el otro se enoje, se vaya, se aburra. No se puede complacer al mundo entero, che.

Llegó la hora de reaccionar.
Mi alma se horroriza y se sorprende. "No nos une el amor, sino el espanto" decía don Jorge Luis.
Siempre hubo guerras y siempre crueldades en ellas. Siempre hubo abusos y rapiña porque es esa la idea de "hacer la guerra". Siempre hubo ejércitos y grupos enfrentados dañándose mutuamente, con brutalidad o con sofisticación.
Anoche hablamos con mis hijos sobre la guerra. Hubiese deseado no haberles dicho nada.
Hubiese deseado no haber leído las noticias sobre la condena al "Turco Julián". Ignorar el cinismo de las organizaciones que comercian con las reconstrucciones, que negocian sobre números de niños muertos, que calculan "a grosso modo". Total... en el balance del dinero las vidas son ceros más, ceros menos. Me niego, me niego, me niego, ciega y torpemente a creer que no hay otra salida.

Ayer Gaby, una profe que se ríe con los ojos y que sabe que la vida florece en las rendijas más insólitas, me dijo que esto no es humano. Es otra cosa, no lo sé, algo innombrable y oscuro.
Pero la guerra, cualquier guerra, cualquier cosa que se llame guerra...nunca será humana.
Lo escribo en letra chiquita, no se merecen más espacio... no son humanos.
numerarse tras un trapo de coloresYa no tengo palabras propias contra el horror. No estamos de un lado, ni del otro: estamos dentro de ese horror que se llama a sí mismo "humanidad".
¿Alguna vez habrá de terminar...?


Uso las palabras de una canción de Victor Heredia :

Ciegas banderas

Ciertos hombres para distinguirse
fabricaron sus escudos y blasones
cual si fuera un loco signo de la vida
numerarse tras un trapo de colores
numerarse tras un trapo de colores
Yo camino por las calles de este mundo
soy uno solo entre otros cientos de millones
que en sus frentes solo llevan corazones
por escudo solo tienen la paciencia
y la pura claridad de sus conciencias

Amo el sol,amo la mar,amo la vida
y no conozco otra bandera mas hermosa
que dormirse lentamente entre la bella
mansedumbre de la noche y sus estrellas numerarse tras un trapo de colores

Hay banderas que son simbolos de muerte
desplegadas contra un cielo de inocentes
como aguilas de pronto alzan su vuelo
sobre el tierno corazon de nuestras gente

Ya no quiero mas banderas en mi mundo
que se enfrenten como gallos en la arena
quiero un solo corazon como una hoguera
que ilumine una bellisima bandera
que unifique para siempre nuestra casa.

Amo el sol, amo la mar, amo la vida
y no conozco otra bandera mas hermosa
que dormirse lentamente entre la bella
mansedumbre de la noche y sus estrellas

Bull shit

5:58 p. m. | 0 Comments

Resulta que ahora para tener un blog TAMBIEN hay que apegarse a ciertas reglas.

Que no avises que tenés un blog si no hay mas de 50 entradas.
Que no te precies de escribir un blog si no entran más de tantas personas por día a comentar.
Que escribas emocionalmente y hagas sentir valorado a tu visitante.
Que uses palabras cortas y linkees hacia otros blogs "conocidos"
Que te toca "fidelizar" a tus lectores cautivándolos, interesándolos, provocándoles deseos de volver...

Sí, claro. A quién no le gusta sentir que lo que escribe gusta, causa sensaciones agradables?
Todos los que nos exponemos es porque en algún punto creemos que estamos ofreciendo o mostrando algo que a los demás les parecerá...lindo. No sé si sorprendente, cautivante, atrapante...

Bueno, no lo sé. En mi caso este blog representa la oportunidad de reencontrarme con el gusto por escribir, y sin la obligación de hacerlo de tal o cual manera o con tal o cual periodicidad. (Me aburro rapidamente de los reglamentos...)

Ahora... estas "normativas del buen blog" me parece que les cuadran bien a los que necesitan que les confirmen su existencia. Esa manía por los contadores de visitas y por el handicap... esa angustia existencial por obtener más adhesión, más firmas, más marquitas en la barra...

Definitivamente no es lo que ando buscando.
No es que no importe lo que opinan de mí: me importa sobremanera. Pero aquí...aquí...sentada en mi pc... qué estupida coraza de superficialidad sería lo suficientemente gruesa como para opacar la luz del gozo simple de hacer lo que me da la gana...?
Hernis baby?
Por ahora no podemos más que soñar.

Es tan pequeño el espacio que necesita para construirse el mundo, que si no fuera porque "mueve montañas" pasaría totalmente inadvertido.

Si ojos verdes o castaños, si la nariz de Isa o la frente de Hernán, si amante del movimiento o la quietud... nada sabemos.

Pero...ah! qué estruendosa sinfonía en el corazón! Qué agitación en las palabras, qué chisporroteo de gozo al leer el mensajito que confirmaba la felicidad... Qué movimiento de las energías... qué alquimia poderosa transmutando los rostros, los tonos de la voz, las carcajadas.

Aquí viene en camino... tan chiquita su vida, tan breve, tan impecable redondez diminuta... que si no fuera a provocar un desastre geográfico de pelos, probaría a mandar a una montaña que se moviese de su sitio. semillas de mostaza

Hoy tengo una fe radiante.

Y es así de chiquita, así: como una sola semilla de mostaza.

“Suelten las amarras de las viejas categorías de lo negativo (la ley, él límite, la castración, la falta, la carencia) que el pensamiento occidental ha sacralizado durante tanto tiempo en tanto que formas de poder y modos de acceso a la realidad.
Prefieran lo que es positivo y múltiple, la diferencia a la uniformidad, los grupos a las unidades, las articulaciones móviles a los sistemas.
Consideren que lo que es productivo no es sedentario, sino nómada….”

(Casi) Nada más. Lo ha dicho todo Monsieur Foucault. Y eso que no es santo de mi devoción. Pero -caray!- este tipo dice lo que yo imaginaba. Me ganó de mano, por varios años, es un Salieri inocente y complotado con la maldita linealidad del tiempo.

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