Gracias, Liniers:
por la simpleza, por la ternura,
por recordarnos que las mejores soluciones
son las que tenemos más a mano.
Que los abracen a todos los que sienten que se están por caer.
Que los asalten las ideas más poderosas para cambiar sus vidas
y que esas ideas sean las mismas trilladas y remanidas
de toda la vieja humanidad, pero que les parezcan originales y limpias.
Que haya música por todos lados.
Que salga el sol y te tueste las pestañas.
Que Liniers siga dibujando bonito.
Llueve, hace frío. "No salgan que se van a enfermar" decía sin éxito la abuela Nené.

Esa vez llovió mucho, los baldes del patio estaban llenos hasta los bordes con ese líquido milagroso con el que había que lavarse el cabello para que te quede más suave.

Mi pelo en ese entonces era lacio y no necesitaba ningún agregado para ser suave, pero igual, así se procedía, nos lavábamos el pelo con agua de lluvia. "Ahora sí, quedó precioso" sentenciaban los mayores, ellos eran los que sabían sobre efectos químicos y había que creerles.

Pocas cosas me causan ese efecto instantáneo de melancolía como la imagen de la lluvia a través de un vidrio (eso, y los molinos de viento, vaya a saber por qué, no quiero arriesgarme a una cura hipnótica para averiguarlo, pero bueno, veo los molinos de viento, en especial al atardecer, y me lleno de una súbita angustia sin motivo).

Ha llovido en estos días, días grises y destemplados, días de no poder salir a jugar, días de mirar a través de las ventanas, tosiendo o frotándose las manos para entrar en calor...

Andan las bacterias dándose festines con nuestras amígdalas, los vendedores de jarabes sonríen de oreja a oreja, los pediatras se quejan de que tantos niños se enfermen justo el fin de semana largo...

Quiero salir a buscar los baldes del milagro, a sacudir las ramas del laurel para que vuelva a llover sobre nuestras cabezas, a buscar telarañas con gotas de agua increíblemente sostenidas...

No salgo porque la abuela Nené no me dio permiso, y si después me resfrío voy a tener que tomar la taza de leche caliente con miel a la noche, y yo a la noche la verdad... ya me acostumbré a un cafecito.

Creo que crecí.

Qué ves

1:12 a. m. | 2 Comments


Qué ves
cuando
me ves...?


Mi hija, los amigos y amigas de mi hija, mis alumnos, montones de adolescentes que conozco o intuyo, visitan alocadamente los espacios donde se exponen a sí mismos sin el más mínimo pudor: sus fotologs.
En ellos la palabra está destrozada en minúsculas unidades que ellos comprenden o hacen que comprenden. La ortografía ha muerto para espanto de sus muchos profesores de lengua.
Algunos escriben "mal a propósito". Otros directamente agarran las pocas palabras que repiten y repiten y repiten y las pegotean aquí y allá, variando las V por B, las S por Z o C.
Total, mañana será otro post, el de ayer casi deja de existir, el tiempo es fugaz y fluido, es fragmentado y veloz, aparecen y desaparecen los nombres, los apodos, las camarillas, los amores, los odios, los recuerdos...

Los que quieran entender cómo los chicos se enganchan con las tecnologías no deberían estudiar tantos libros ni leer tanto a Deleuze. Deberían abandonar un poco la retórica de los filósofos post modernos. Son adictivos para ciertos adultos, lo sé, me incluyo: me siento estúpidamente fascinada por un franchute que me cuenta en términos "socialmente científicos" cómo la sociedad se desintegra y se descascara del viejo molde y cómo quiere ser algo que nadie sabe qué podrá resultar.

Pero, digo... no para dejar la lectura. No para dejar de pensar y metamorfosearse en un sujeto de las palabras rotas. No para abandonar el placer de las letras y zambullirse en las imágenes digitales.

Sí para comprender el fenómeno. Sobre todo los que nos relacionamos con pibes por nuestro trabajo. Profesores, preceptores, dires, entrenadores, enseñantes varios: MIREN y ESCUCHEN a los adolescentes. Mírenlos con amor y paciencia, no con susto y tolerancia. Mírenlos con respeto y con rigor, nada genera mas desprecio en un joven que sentir que el adulto no siente respeto por lo que él o ella piensa. Tampoco hay que creer que por usar algunos de sus modismos o codearnos con ellos ganaremos su lealtad. No nos engañemos: las nuevas generaciones sólo se pertenecen a sí mismas.

Creo que esto lo ha dicho más profundo y bonito Khalil Gibrán, hace siglos.
Pues bien, los mayas tenían razón: el tiempo es cíclico...

Y bueno, pues, heme aquí, entrando tímidamente en el fotolog de Chechn cada tanto, a ver de qué va la cosa, pasando un poco por otros, donde chicos y chicas parecidos a ella dicen los suyo, abren sus corazones, mienten seguridades, reiteran, reiteran, día a día se dicen con descaro "te amo", se insultan con la agresividad cariñosa de los amigos, se burlan de sí mismos, se construyen, se inventan su espacio en el mundo...

Y no hace falta decir nada serio. Basta con el consabido "sólo pasaba por aquí"


ps: dedicado a todos los fotologueros. Siga, siga...
Bueno: eso. Que le digo a Edu que me causa gracia y espanto la web de yonki.com y me sale diciendo que por qué no entro en TAL y TAL y TAL otra que son muchisimo mas bizarras.
Que le cuento a Gus ese truco de las fotos (vean dos posteos mas abajo) y dice "si, qué bueno, lo tengo visto, jeje"
Páginas con fotos insólitas, blogs que descubren la pólvora, foros que aburren hasta la náusea: todo cabe en la misma pantalla y casi en simultáneo.


Y bueno, si ya TODOS lo conocen, qué mas da. Está buenísimo y me dio tanta curiosidad que entré a ver el código. Sorprendentemente el código con que está hecho es "entendible" y me recordó muchísimo unos juegos que armaba yo con palabras y frases para diversion de mis alumnos, y para animarlos a usar las palabras como juguetes. Me recordó mis adorables programas modulares en LOGO.

Bueno, esto genera un resumen de un libro "inventado", y el autor del blog asegura que de alli podran surgir cientos de ideas para escribir novelas estúpidas como las de Dan Brown. Jajaja...!

Por favor, vayan y hagan la prueba varias veces. A veces los resultados son absolutamente chistosos. Clic aquí, pasen y lean.
Esto es un rap sin musica (ponganle la que deseen).
Es un videoclip sin movimiento (elijan, dancen)
Son frases, pedazos de canciones, de poemas, de polifonías que se reúnen en mi cabeza como en aquelarre. Hablan sobre el sentir y el dejarse apoderar por las emociones, hablan sobre algo que me pasa sin que pueda hacer (casi) nada al respecto:





Si tu signo es arder, árdelo todo:

tu camisa, tu patio, tu salud.
*:.~.:.~.:*Arde, arde... con qué violencia
*:.~.:.~.:**:.~.:.~.:*Arde, arde, tu maldito corazón.---
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo
y más la piedra dura, porque ésa ya no siente
*:.~.:.~.:*Arde, arde, con qué violencia...
Vivir atormentado de sentido,
creo que esta, sí, es la parte mas pesada.
No hay mayor pesadumbre que la vida consciente.
*:.~.:.~.:*Arde, arde, con qué violencia...
Mejor arder, mejor arder,
mejor arder que diluírse en la nada.
Porque somos eso:
un montón de gente, un mar de fueguitos.
Hay gente que cuando arde, llena el aire de chispas.
Mejor arder, mejor sentir,
dejar que el sentimiento se haga dueño.
Y cultivar la fuerza del espíritu
porque en medio de toda aridez y desengaño,
el amor es perenne como la hierba.
Mejor ser ese fuego que arde la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlo sin parpadear,
y quien se acerca, se enciende.

*:.~.:.~.:*Arde, arde...
*:.~.:.~.:**:.~.:.~.:*tu bendito corazón.
Así lo dice Goytisolo:
Un hombre sólo, una mujer
así, tomados de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Se lo dice a su hija Julia. Bellas palabras que vienen de "la otra generación", que vienen como advertencias o consejos y caen sobre las mentes de nuestros críos como una tenue llovizna, como una bruma de intenciones, nada más...
Miramos crecer a nuestros hijos con cierto orgullo narcisista, puesto que ellos son de algun modo nuestra mejor obra, una obra viviente y cautivante, ese carrusel de preguntas que atormentan y causan alivio.
Los miramos tomar decisiones equivocadas y metemos cuchara, a pesar de habernos prometido, allá en la lejana adolescencia, que nunca interferiríamos con los deseos de nuestras criaturas. Les decimos qué deberían ser y cómo se espera que respondan a la vida, a ese torrente alocado que bulle y se nos mete entre los dedos, que desvía su curso a cada instante, para el descrédito y la obsolescencia de nuestras imposibles recomendaciones.
Nos regocija y nos lastima ver cómo crecen rápido, cómo mutan y se vuelven irreconocibles, como abandonan los espacios tibios y conocidos para aventurarse ¡ay! un poco más allá.
Nos enseñan cosas que jamás hubiéramos imaginado aprender de ellos.
Hacen que nuestras vidas tengan sentido.
Tocan su propia música (su canción entre nuestras canciones), pero marcan el ritmo que les hemos cantado, allá, hace tanto, cuando eran nuestros bebés indefensos y tiernos.
Después de autocastigarme escuchando con lágrimas en los ojos todos los temas melanco posibles... hasta los más irreproducibles y abyectos (y emocionarme IGUAL! dios!)
Después de andar destilando aquí y allá el Licor de la Pena Difusa...
Después de la lamentación (Job tiene poco que envidiarme, en determinados momentos) ...
Después de la breve noche del sollozo...

...esta mañana no sale el sol.
...no se me revela una verdad que anduve buscando.
...no reaparece un antiguo afecto, ni siquiera metamorfoseado en otro sentimiento.
...no me levanto con un ánimo de perlas y sonriente.

PERO!

...Suceden tres o cuatro nimios detalles que atraen mi atención sobre otras personas y sobre las circunstancias que están atravesando.
Recibo tres mensajes, de distintas esquinas, los tres dicen que me consideran, que me esperan, que han resuelto algo teniendome en cuenta. Alguien acomoda mis horarios y consigue que no pierda una oportunidad de trabajo. Alguien buscó en su placard el saquito que va perfecto con algo que debo usar. Alguien dice a otros que me llamen a mí para solucionar un asunto necesario y urgente, con la total confianza de que lo resolveré.

Bueno, de qué me quejo.

El Universo debe estar funcionando como Dios manda. Quizás Dios no manda nada...y el Universo toma sus propias decisiones y modula una que otra mutación, apelando a la bonita figura del efecto mariposa.
El chiste es poder estar atenta y percibirlo. O apenas sospecharlo.
El chiste es, además, tener el corazón dispuesto para el agradecimiento, así como de rápido se dispone para meterse en la piel del "pobre de mí".

En fin...dicen que de esto se trata la rueda del Karma.
Hay que girar con ella en vez de resistir la excentricidad.

Duele

11:31 p. m. | 2 Comments

Yo, que creo que puedo con todo.
Masoquista, que se pone los temas mas terribles de la trova cubana, no sé, para que duela más o para que duela con una poesía de alto vuelo.

No aprendí nada, después de todo.

O casi nada.

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