Sueño, sueño, sueño... Abro los ojos para espantar las imágenes que se apoderan de mi cabeza. Vuelvo a dormirme, vuelvo a soñar.
Incomprensible, perturbadora, la pesadilla se repite. "La mato y aparece una mayor", como dice Silvio.
Nunca duermo tantas horas, entonces se lo adjudico a eso. Pero las ideas que se suceden siempre representan lo mismo: un viaje, destino incierto. Y un sentimiento que duele, duele, duele.
Es un viaje que no me decido a emprender, que me causa pena, que me agobia. Un viaje que en mi sueño me empeño en evitar o demorar. Mi hijo es mi hermano, o mi hermano es mi hijo, no sé, me desespera saber qué edad tengo en ese sueño, necesito saber si soy la madre o la hermana, ya que según ese dato, tendré poder de decisión (o no).
Escucho voces que me envuelven, me aconsejan, repiten frases sueltas de la sobremesa de anoche. Muchas nombran ese sentimiento que duele.Muchas empiezan con "deberías" o con "no deberías".
El potencial simple me estremece de terror. No quiero viajar, no quiero ir ahí. No sé si ese viajar implica volver, no sé si implica llegar a un sitio nuevo. Sé que, aun cuando no lo estoy provocando, voy por las veredas de la pesadilla con las manos cargadas de incertidumbres, causando estragos.
Es un sueño barroco, es una trampa de mi cabeza apaleada, no se deja interpretar así nomás. Estoy siendo juzgada y al mismo tiempo comprendida. Me siento en el banquillo de los acusados, esto debe ser un mal sueño, porque no puedo emitir palabra para justificarme, soy incapaz de contradecir a mis potenciales verdugos, tengo sed, esto es una inmensa injusticia, y sí, tienen razón: hice todo lo que están enumerando pero los motivos son tan profundos que cómo podría explicárselos en una sola madrugada... Soy la buena de la peli, qué flaco consuelo, porque a las buenas les toca la parte aburrida, o la parte del esfuerzo, en cuanto se pone divertido aparecen las malas, las malas viajan sin culpa y sin reparos, las malas disfrutan, las malas obtienen livianamente aquello que el destino pone siempre en la lejana línea dorada de mi horizonte...

Me duermo una vez más, esta vez el momento del viaje es inevitable: me esperan, las puertas abiertas del auto. Miro bien: el auto de mi viejo, uno que tuvo hace mucho. Lleno, cargado, repleto, el espacio que me dejan es ínfimo, siempre esa puta costumbre de no hacerme lugar, pienso. Pienso también muchas variantes de insultos clásicos, algunos hasta graciosos (¿me río dormida?) mentalmente le contesto a mi amiga que se equivoca, que se recontra equivoca, que gracias por los consejos pero necesito mi propio tiempo para decidir, mi propio sentido de que el camino es este, que la persona es esta o aquella, que me beneficio o me perjudico o vaya a saber qué.
Lo sobrenatural es común en los relatos oníricos, pero aun asi, mi reacción es sorprendente, hasta hilarante. "Me voy caminando" digo mientras cierro la puerta del auto que me iba a llevar a no sé donde "Me voy, los veo allá"
Murmuran, desaprueban, opinan, argumentan. No me convencen, pero me incomodan.
Me incomodan al punto de hacerme llorar. Lloro en sueños, me despierto con una horrible sensación de pérdida, miro el reloj, y después el calendario, porque se me cruzó por la mente aturdida, como una gasa ensangrentada, la idea de que había pasado mucho, muchísimo tiempo en la cama. No: es domingo, el domingo que debía ser.
Pero entonces decido no volver a dormir. En un papel anoto, para que no se me olviden, las cosas buenas que sé hacer. Lo pliego, una pajarita de papel rosado. Lo usaré como sortilegio, se me ocurre. Si vuelvo a soñar con serpientes, les daré de comer la paloma de mi bien: y que así se envenenen, y estallen...
Ah!
Morfeo, un favor especial, sólo por hoy:
dame un sueño con vista al mar, playita soleada, y amanecer con besos. Y si acaso los sueños llevan música de fondo, que sea Cold Play.

8 comentaron esto...:

Carlos Paredes Leví dijo...

Hay que joderse con los caprichos de Morfeo.....me sobresalto sobre de pensar en soñar con ratas que me atacan mientras duermo....
un saludo.

verarex dijo...

Hay que tener buenas experiencias diurnas para alimentar las buenas nocturnas, dicen los freudianos.
Lo malo es cuando nos persigue el pasado o nos atormenta el porvenir,

Anónimo dijo...

Estimada Vera

Leo sus posteos, veo detrás de ellos a una mujer llena de afectos y capaz de expresarlos con palabras de un modo que no muchos alcanzan.
Me pregunto si será así de sensible en lo cotidiano, ya que se adivinan en muchas oportunidades que cuenta ud. asuntos de su vida, aunque use el disfraz de las palabras poéticas.

Veo que le agrada Silvio Rodriguez.
Aun ignorando sus años,y no sé por qué, leerla me ha hecho refrescar en la memoria un tema de su autoría, que se llama "Con diez años de menos"
¿Lo escuchó?

Solaris

Anónimo dijo...

jajaja te matoooo

verarex dijo...

Solarisssssss!!!
cómo no escucharlo! ese tema es precioso!! da melancolia aun cuando no necesites tener 10 años de menos.

Lo busque en GoEar...no estaba
En Youtube si...aqui:
http://www.youtube.com/watch?v=f-S-meG9c_4

verarex dijo...

Nico

que me keres decir?
te espero en la eskina ehhhh??

Anónimo dijo...

En la foto parece como cansada o triste.

El papelito tendrá unas cuantas cosas escritas, supongo.

verarex dijo...

Probablemente, un poco de ambas cosas: un poco cansada, un poco triste.
Y un poco desafiante, también.

Las luchadoras somos capaces de hazañas silenciosas.

El papelito transformado en origami no tiene demasiadas líneas escritas: en parte por humildad, en parte por capacidad de síntesis.

El comentario de Solaris me sobresaltó: parece que hubiera estado de paseo por mi mente. (ya estoy posteando algo sobre eso...los años y tal...)
Salut

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