"Yo he encontrado hombres libres en los sitios más extraños y de todas las edades. (conserjes, ladrones de coches, lavacoches, y también algunas mujeres libres, la mayoría enfermeras o camareras, y de todas las edades).
El alma libre es rara, pero la identificas cuando la ves: básicamente porque te sientes a gusto, muy a gusto, cuando estas con ellas o cerca de ellas"
Charles Bukowski

Un filósofo predicaba diciendo que cerca de un alma libre se sentía un extraño frescor, un airecillo de gloria. Que cuando uno consigue liberarse de las ataduras del mundo, se vuelve como un viento vivificante para los demás.

Igual que el señor Bukowski, yo he tenido ocasión de conocer hombres y mujeres libres.

También conozco niños libres...estos son más frecuentes. Pasa que son libres pero astutos...ellos no revelan a cualquier adulto su condición de librepensadores.
Son vivísimos los pequeños...tremendos...geniales.
Negocian con los "consumados" las reglas de la convivencia: "Bueno, está bien, la maestra dice que la luna no me sigue...ok...si ella quiere creer eso, digamosle que sí, que la luna no me sigue. Total qué sabe la maestra de lo que hacemos la luna y yo..."
Yo tengo la bendición de trabajar con niños y con jóvenes: ellos me devuelven a un territorio de mi propia mente donde la libertad es un necesario absoluto.
Mis alumnos sospechan de mí. Soy una adulta atípica, sobre todo en el escenario del colegio, en el cual todos los adultos actúan como si tuvieran todas las respuestas. A mí nunca me dicen "Profe" ni "seño" soy, desde que entran en el jardín, simplemente "Vera"...
Ayer hablábamos con un grupito de 6 años acerca de lo que les gustaría ser de grandes. Uno de ellos, imprevistamente aseguró: "yo cuando sea grande voy a tener un cuatro en la espalda"
Sólo eso. Luego abandonó la charla. Los demás ¿creen que se sorprendieron? ¿Que le dijeron que había dicho una tontería o que nadie trabaja de "cuatro en la espalda"?
Ni media palabra. Una nena retomó el hilo con su "ah...un cuatro... y yo voy a enseñar a bailar por televisión"

Adoro la libertad de los nenes....es una pena que no sepan a ciencia cierta que en este momento ellos son la inocencia y la gracia, la verdad y la burla, la ternura sin motivo y la risa sin causa.

Por lo demás...trato de cultivar el espíritu de las personas libres en mi modus vivendi. Me sirve mucho la honestidad descarnada que me sigue como una sombra: si no fuese tan franca, sería menos libre.

Este posteo se me antoja plegaria o salmo, así que lo voy a cerrar con una antífona:
Que Dios salve a las personas libres
de los pensamientos nihilistas.

3 comentaron esto...:

Anónimo dijo...

Yo a veces tengo tantas dudas sobre la libertad... Hay dias en que me levanto y digo: Mierda, esta vida es un infierno. Y entonces, sentado en el borde de la cama, me quedo pensando: Y si, tal vez uno cree que esto es algo para disfrutar y en realidad aca es estar en el fin del fin, no? La moridera universal, la catedral del pasmo.
Pero despues, veo las gentes, las buenas gentes del dia a dia, del paso a paso, sintiendose libres de ir sin saber que no hay donde ir, o libres de elegir sin saber que ya eligieron por ellos, o libres de sentir sin saber que la angustia y la ansiedad no estan dando vueltas por ahi al pedo. Y en esta melange caotica, me conforto con toda la perfecta mediocridad de quien no quiere ser Emerson a las 7:45 am, y sentencio: El infierno es creer que somos libres. El infierno es la libertad del hamster dando vueltas en la ruedita de alambre...
Entonces, me pongo culo para arriba, me tapo la cabeza con la almohada y me digo: Que el infierno entonces empiece a las 8:15.

Anónimo dijo...

hola vera! viví casi 9 años en la cárcel (devoto para se más exacto), y pude descubrir, junto a otros compañeros, ese "aire fresco" de la interna libertad. sólo al descubrirlo, se percibe en el otro.
gracias por tu vida.
nestor

Anónimo dijo...

que libro es??

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