Nací un lunes.
Llegué precipitadamente, aunque ya era pasado el mediodía. Dicen que mi mamá sufrió un momento de angustia cuando fue a buscar el dinero guardado para el momento del parto y no lo encontró (años más tarde me enteré que fue destinado a la compra de unas redes de tenis, que es un deporte que no me gusta ni en videojuegos...)
Que ese día estaba en el puesto nro 1 de Estados Unidos el tema "I Want to Hold Your Hand" de los Beatles y ese año se llevó el Nobel el señor Jean Paul Sartre, que en ese momento no imaginaba -calculo- que cuatro años más tarde, estudiantes rebeldes de La Sorbona usarían sus frases como adoquinados argumentos en el Mayo Francés.
Que la luna estaba colgada del cielo con un perfil flaquito de cuarto creciente.
Que nací el mismo día que Bobby Fisher (pero él 20 años antes) y que Yuri Gagarin (él, 30!)

Nací por aquí, bien al sur del mundo. Pero, de haber nacido en Marte, estaría cumpliendo 23 años nomás. Y apenas 0,177 si me hubiera tocado en ¿suerte? nacer en Plutón. Sería una noble anciana de 182 años mercúricos y mi próxima velita habría de soplarla allí, en ese calcinado planeta fuego, el 5 de Abril. No, paso: no me alcanzaría el presupuesto para tanta torta...
Y me sentiría como el farolero del cuento del Principito (aunque dudo que yo fuese tan celosa del cumplimiento del deber, la presión del tiempo que corre mataría mi gusto...)

Puestos a evocar números, se dice que ya pasé por 16.072 días de existencia. Pondré más atención al derrochar el siguiente, no parecen tantos comparados con otras magnitudes...
Increíblemente uno puede narrar su vida en pocas frases, bastan una modesta colección de verbos en pasado simple y un puñadito escaso de conjugados en presente, y tu vida es apenas eso: cosas que has hecho, y punto.

Crecí con mis tres hermanos, y la remembranza dice que era una buena vida. Yo era una nena de rostro frecuentemente tiznado de melancolía, no seré ingrata, no había de qué sufrir, mi recuerdo simplemente indica que me emocionaba demasiado, tal vez. Fui una adolescente tímida y convencida de estar parada en la vereda de los lusers, entonces se desarrolló mi veta intelectual (es una vulgaridad, siempre sucede). Me apasioné por enseñar, en eso me va la vida todavía.
Me enamoré, me casé, tuve dos hijos, dos soles encendidos. Me desenamoré, me divorcié.
Trabajé mucho siempre, ahora trabajo más. También me río más y disfruto más lo que tengo. Una gran pena que, paralelamente, sigo sufriendo por los bamboleos del corazón. Bueno, la verdad es que siento, que también -maldita sea- sufro más.

No sé... cuarenta y cuatro ¿es una buena edad para ponerle puntos a algunas íes? ¿Es buena para barajar y dar de nuevo? ¿Para cambiar de planes? ¿Para volver a confiar?
Yo quiero hacer la prueba.

6 comentaron esto...:

Anónimo dijo...

FELIZ CUMPLE VERA!!
QUE SE TE CUMPLAN TODOS TUS DESEOS!!
UN ABRAZO!
NICO

turquoise dijo...

Veritaaaaaaaa....llegué tardé y mandé sms tarde...uf.
Me deja feliz que estás feliz y que estás rodeada de sonrisas de abandono total afectivo.
44? La cárcel? na na na...Ud no puede quedar atrapada en la melanco o en el dolor...niet! NO se lo merece Sra.
Por una cuestión simple;lo que encarcela atrapa sueños,olores y palabras que fueron por siempre jamás y...a los sueños a los olores y a las palabras hay que dejarlos ir cuando son compañeros que roncan fuerte al oído y molestan al corazón.
Te quiero.
Bah, lo sabés no?

verarex dijo...

Pontiac grosa, madraza,minon del infierno....gracias siempre querida!!
A cuidarse...disfrute del jugo de la sandia....
jejeje
ud me entiende...

verarex dijo...

Ehy nico !!! perdon!!! no lei tu saludete (estoy MUY mal!! jjejejeje)

Gracias, cariño, un besazo para vos

Carlos Paredes Leví dijo...

La verdad, es que leyendo cosas de su vida, me viene a la mente una frase de mi admirado Elie Wiesel:
"Dios cre� al hombre, porque le gustan las historias".
Debe ser cierto, porque a m� me pasa lo mismo.
Un saludo.

verarex dijo...

Carlos:
Acaso Ud sea un poco dios










(como todos)

;)

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