Durante 22 largos, muy largos, larguísimos días vengo arrastrando mi ira por la falta de teléfono y de internet. Me han atendido una infinidad de operadores, sin apellido todos ellos claro está, sin número de legajo, sin rostro, sólo voces en la caverna de la resignación repitiendo como unos posesos: "su pedido será resuelto en los plazos establecidossss"
Rabia, frustración, luego desazón o angustia por los plazos que se vencían, por los trabajos pendientes (uno recién se da cuenta de cuán profundo cala Internet en nuestra vida en estos miserables días de espera-desespera) por los breves instantes de recreo mental que uno se permite desde la soledad de su casa rozando la medianoche...
Hoy me avisaron que todo se debía a un simple, llano, común, vulgar, berreta...cable cortado.
Que todo estaba bien, que esta noche cuando llegue a casa tendré teléfono contante y sonante, Internet funcionando, y motivo para alegrarme.

Bueno, vamos a ver.
Por las dudas posteo desde otra PC. Por las dudas cruzo los dedos y no canto victoria.
Y aviso, para que sepan.
El que avisa no es traidor.

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