Rabia, frustración, luego desazón o angustia por los plazos que se vencían, por los trabajos pendientes (uno recién se da cuenta de cuán profundo cala Internet en nuestra vida en estos miserables días de espera-desespera) por los breves instantes de recreo mental que uno se permite desde la soledad de su casa rozando la medianoche...
Hoy me avisaron que todo se debía a un simple, llano, común, vulgar, berreta...cable cortado.
Que todo estaba bien, que esta noche cuando llegue a casa tendré teléfono contante y sonante, Internet funcionando, y motivo para alegrarme.
Bueno, vamos a ver.
Por las dudas posteo desde otra PC. Por las dudas cruzo los dedos y no canto victoria.
Y aviso, para que sepan.
El que avisa no es traidor.
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